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¡Hola! :D
Esta es mi primer historia. Asi que puede haber algún que otro problema ortográfico.
En esta historia se tratara de un omegaverse, pero también tratara de mi universo alterno. Más como una fusión de ambos.
Las actualizaciones serán lent...
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Shinjuro encontró a una niña pequeña que esta siendo perseguida por un niño un poco mayor que ella. Logró escuchar que, por culpa de ella, por haber escapado, ahora toda su familia estaba muerta. Que para lo unico que ella había nacido, era ser sacrificio, nada más.
La niña tropezó y el chico la comenzó a golpear. Shinjuro llego y detuvo al niño mientras la niña se levantaba y Rengoku la puso atrás de ella en son de protegerla.
Antes de poder reclamar, el niño habia sido atravesado por algo similar a una estaca de madera, aún que parecía más eso que otra cosa. Dicha estaca había sido lanzada por un demonio. La apariencia era la de una serpiente, pero la mitad del cuerpo era humana. Shinjuro mató al demonio sin ningun problema mientras tenía a la niña entre sus brazos y le tapaba la vista.
Luego de matar al demonio, se dirigió al sureste, justo haci la ubicación de su finca con la niña en brazos y medio inconsciente, si no fuera porque a mitad de camino se despertó.
Al llegar a su destino, unas mechas de color amarillo con las puntas rojas se asomaba por la entrada de su finca. El niño tenía la misma apariencia que Shinjuro, solo que más pequeño y joven, el niño miraba a la niña con ojos curiosos. Shinjuro la llevo a una habitación y curo las heridas que tenía. Habian varias heridas y otras ya estaban cicatrizadas y no se podían ver, pero otras se miraban recientes, como la de su pierna, siendo la causó del porque no podía caminar por cuenta propia.
Shinjuro se sorprendió por el hecho de que halla logrado huir con esa herida.
─ ¡Hola!, soy Rengoku Kyojuro! ¿Cómo te llamas?─ el niño de antes, ahora conocido como Kyojuro, había entrado a la habitación en la que ella se encontraba sin permiso, o bueno, tocó la puerta antes de entrar, pero como no recibió respuesta terminó entrando.─¿Y esa venda en tu rostro? cubre la mitad de este.
─...
─ ¿No puedes hablar? ¡Esta bien! Mi padre me enseñó el como comunicarme con señas! Me puedes hablar usando estas─ Kyojuro tenía una sonrisa de oreja a oreja, que le transmitía calidez, pero ella no quería confiar en un desconocido. Aun que.. el señor fue muy amable con ella y su hijo solo estaba siendo amable con ella. No podía se mal agradecida. Eso no fue lo que Kabu le enseñó.
─ Oyuki.. Iguro Oyuki.
─¡! Si puedes hablar! ¡Tu nombre es muy lindo! ¿Cuántos años tienes? Yo tengo doce
─ Tambien tengo doce, pero dentro de un mes cumplo trece.
─¡Oh! Entonces eres mayor que yo!─ después de haber dicho eso se hecho a reír. Creyo que era menor que él, ya que para tener doce(apunto de cumplir trece) es algo pequeña, solo un poco más pequeña que el.
