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¡Hola! :D
Esta es mi primer historia. Asi que puede haber algún que otro problema ortográfico.
En esta historia se tratara de un omegaverse, pero también tratara de mi universo alterno. Más como una fusión de ambos.
Las actualizaciones serán lent...
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Senjuro Rengoku, el hijo menor del antiguo Pilar de la Flama; Shinjuro Rengoku.
Tiene un hermano mayor, Kyojuro Rengoku, el actual Pilar de la Flama. Su hermano es alguien muy extrovertido, alegre y lleno de positivismo, su mera sonrisa alienta a los demas cazadores a seguir esforzándose para así mejorar. Comparado con su hermano mayor, el era todo lo contrario. ¡Ni si quiera parece un alpha puro!
A llegado a ver alphas puros de su edad y ninguno se parece a él. En nada. Su físico y apariencia es igual al de un omega, todo el tiempo se lo recalcan, nunca es con malas intenciones, pero simplemente ya no intenta corregirlos diciendo que es una alpha.
─ Muy bien. ─ alejo sus manos del brazo ajeno y se incorporó derecho ─ Con eso debería bastar, tu brazo ya a sanado en su totalidad. Debido al tiempo en que estuvo sin usar su brazo recibirá atención por parte de Naho-chan con ejercicios simples. ¿deacuerdo?
─ Sí. ─ tras recibir esa respuesta, Senjuro comenzó a guardar las cosas que uso para cambiar las vendas ─ Le agradezco su atención y cuidado hacia mi persona, perdón por causar más problemas de los que ya a de tener...
─ No pasa nada ─ miro al cazador de rango tsuchinoto sentado a una orilla de la camilla ─ Es mi deber como médico después de todo. ─ dio su mejor sonrisa, en esos momentos estaba un poco tenso por la cantidad de trabajo que a tenido, pero puede soportarlo ─ Recuerde tomar su medicina después de cada comida, ¿okay? ─ su sonrisa ya no transmitía paz y dulzura, ahora parecía sombría y tensa.
─ S-si.. ─ las medicinas son horribles. Pero entre los cazadores es mejor tomarse la medicina sin queja alguna, nunca es buena idea retar a la Pilar de los insectos o a Kanzaki. ¡Ahora resulta que el sol de primavera es igual! ─ jeje..
─ ¡Senjuro-sama! ─ entra abriendo con brusquedad la puerta una niña de dos coletas con algo de preocupación en su rostro.
─ ¿Pasa algo Sumi-chan? ─ se acerca preocupado por la repentina aparición de la niña y esa expresión en su rostro no era normal.
─ ¡Los cazadores del pueblo al noreste acaban de llegar y hay varios sumamente heridos! ─ eran muchos. No creyo que serían tantos cuando un cuervo kasugai dió el aviso, como específico, creyeron que serían unos cuatro o hasta seis, que es la cantidad máxima en la que viajan los grupos de cazadores de menor rango, pero no esperaban ver a doce heridos llegar con los kakushis.
─ Mantén la calma. No importa que pase, necesito que tu y las demás se vayan preparando. ─ pudo sentir la tensión que había en el ambiente. Hay varias feromonas mezcladas, cosa que no es bueno si hay un omega en el grupo.
─ ¡Si! ─ la mirada que le daba Senjuro a Naho le dio ánimos. No era momento de estar preocupados, ¡hay vidas que salvar!
─ Vamos. ─ el tono de voz del amable y cariñoso alpha cambio en un parpadeo. Su semblante pasó a uno más serio.
