Lauren pov
Bajé a desayunar, en la mesa me encontré con que todos estaban en su respectiva posición. Todos los presentes me miraron a excepción de la amiga de Camila, ella no estaba. Mi vista se enfocó en Camila quien me sonreía con algo de picardía y amabilidad.
Al verla sonreír recordé lo que pasó en la piscina y que no había tenido oportunidad de hablar sobre eso con ella.
Me senté justo frente a ella. Camila no dejaba de mirarme y sonreírme.
-Cómo dormiste Lauren?- Preguntó Sinu.
-Supongo que bien- Sonreí a medias.
La mesa quedó en silencio nuevamente, todos estaban en su propio mundo. La única que no parecía estar lejos era Camila, cada vez que levantaba la mirada me encontraba con sus hermosos ojos mirándome intensamente.
-Salgamos a dar un paseo Jauregui- Miré a Alejandro, había terminado su desayuno y echó a un lado su plato. -Cuando terminen- Miró a Christopher. -Los estaré esperando en la entrada-
Pocos minutos después de Alejandro marcharse Christopher y Sinueh se pusieron de pie, se despidieron y salieron por donde mismo salió Alejandro.
Solo quedamos Camila y yo.
Dejé de comer y eché a un lado el plato, con los codos apoyados en la mesa y mis manos entrelazadas miré a Camila.
-Sobre ayer, tenemos que hablar-
Ella frunció el ceño y ladeó la cabeza.
-Ayer?-
Asentí. -Sabes de qué hablo-
Ella sonrió con lascivia y quise creer que era una ilusión mía, pero al parecer no era así.
-Oh! Sobre eso...- Ella colocó los tenedores en el plato y se quedó mirándome como esperando a que hablara.
-No será ahora- Miré a los lados. -Alguien puede escucharnos-
-Bueno, está bien. Solo espero que eso no te haya incomodado demasiado- Me guiñó y se puso de pie. -Ten un bonito día Laur-
Ella me dejó sola en la mesa, yo no hacía otra cosa que mirar el plato que ella había dejado con algunas sobras de comida, mientras pensaba en lo que le iba a decir.
Claro que quería hablar con ella sobre eso, pero... qué le diré exactamente? No es una mentira que eso me sorprendió mucho, tampoco es una mentira que todo mi cuerpo reaccionó a ese simple roce, y no es una mentira que me preocupé de si alguien nos vió.
Tal vez le esté dando muchas vueltas a algo que seguro para ella fue solo un juego.
Me froté la frente con la palma de mi mano mientras soltaba un suspiro cargado de frustración.
Alejandro nos había traído a un club de golf, pero ésta vez solo éramos espectadores o clientes que solo vinieron a compartir algunos tragos mientras veíamos a otros jugar. En otras circunstancias yo hubiese jugado, pero ahora mismo mi cabeza está hecha un desastre.
-Les gusta el ambiente?- Preguntó Alejandro.
-Si, es muy agradable- Respondió Christopher.
-Lo frecuento mucho, aquí paso mis tardes. Tomo algún trago, juego un poco y eso me sirve de distracción- Escuché a Alejandro reír luego de decir aquello.
-Lauren, te noto muy callada. En el camino no dijiste ni una sola palabra- Alejandro tocó mi ante brazo.
-Yo...-
