Otro día más se aumentaba, ya era el tercero, cada vez el hambre incrementaba en todas aquellas personas encerradas.
Aunque algunas personas la pasaban peor que otros, en el caso de nuestro querido Spreen, no pudo dormir en la noche por el calor que sentía y mientras era de noche se le pasó la idea incluso de ir a ala cama de su compañero, pero pudo resistirse. No había dormido absolutamente nada, tenía unas ojeras llamativas y sus ojos entrecerrados por el cansancio. Además que cuando quiso ver la hora en su móvil, no estaba, había desaparecido, esta vez le dieron una camisa de fútbol, con los colores blanco y azul claro, obviamente Argentina y unos pantalones cortos.
Cuando lo vio a lado de su cama soltó una carcajada, parecía una puta broma aquel objeto, no sólo porque hacía unos meses ganó Argentina, sino que no tenía ninguna lógica los objetos que les daban. Algo sospechoso esque la nutria de Juan seguía en la habitación, durmiendo a lado del de lentes.
Para aprovechar la camisa que le dieron, el híbrido oso se quitó el mono marrón que les dieron y se puso la camisa junto con los pantalones, al menos ya no pasaría tanto calor.
— Aún seguimos aquí? — habló el castaño recién levantado con una voz ronca —
— Te haces el trolo? Claro que seguimos acá
— Tenía la esperanza de que no — se acomodó sentándose en su cama estimándose — que dolor de espalda por dios — se quejó en un susurro—
— Pues podes observar que aún seguimos acá — parecía un castigo que dios le mandó, puede que se haya pasado mucho al humillar a gente en algunos eventos ¿será ese su castigo? —
— LUZU NO! — aquel grito del piso 27 se pudo escuchar claramente, era roier quien gritaba. Spreen conocía muy bien a aquel chico, contando que son buenos amigos y se asomó rápido al agujero para comprobar si lograba ver algo —
— Te voy a cagar a trompazos si le haces algo a Roier! — el de lentes se quedó observando como su compañero defendía al sujeto de ahí abajo, siempre pensó que el contrario no tenía sentimientos y que solo le importaba él. Juan sentía algo extraño que hacía que quisiera detener a Spreen de estar gritándose con Luzu y más sabiendo que el oso defendía a otro chico. Intento no darle importancia y solo se volvió a acurrucar en su cama junto a su nutria.
— Team Spreen a muerte — dijo el híbrido vaca —— Team El Sebas — habló el de rostro de payaso —
Hacía una hora que aquellos dos peleaban por ver quien era mejor, Spreen y Juan ya no los aguantaban, querían matarlos ahora mismo.
El de lentes ya se estaba cansando de las estupideces de los de arriba estaba seguro de que subiría ahí de cualquier forma y le ahogaria con la almohada.
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EL HOYO// SPRUAN
RomanceSe encuentran 60 jugadores encerrados en un lugar de treinta pisos. Cada piso está ocupado por dos de ellos, deberán sobrevivir y no confiarse de su compañero. ¿Que casualidad puede haber para que te pueda tocar en el mismo piso que tú enemigo? Debe...