Capitulo 4 - Treinta y un años

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Al día siguiente, Leo va a la casa de Clara. Ella se siente sola, después de una noche en una cama vacía, y él le ofreció su compañía junto a Alexis quien se iba a conectar por videollamada cuando la hora sea más conveniente.

Cuando llega, está preparando café. 

-Hola Clari- sonríe Leo.

-Andrés- Saluda con una sonrisa en su cara y levanta su taza. -¿Querés?-

-Sí, por favor Andrea- retruca también riendose, es un chiste interno que ambos se llamen por sus segundos nombres. -¿Ya llegó Luciano a allá?-

-Sí, aterrizó hace unas horas-

Debe notar algo en su tono porque se acerca hacia ella, estudia su rostro. -¿Estás bien vos?-

-Estoy bien- se encoge de hombros. -Es difícil estar tan lejos de él-

-Conozco el sentimiento- responde Leo.

-¿Qué vas a hacer hoy?- pregunta Clara tratando de cambiar de tema. No quiere detenerse a analizar la cara de nostalgia que se forma en el rostro de su amigo, tampoco quiere seguir pensando en el pasado, el tiempo que estuvieron separados ellos.

-A la tarde voy a mudarme- contesta Leonel con diversión en su voz

Sus cejas se disparan. -¿De nuevo?-

-Sí, compré una casa nueva, es más grande pero más sencilla. Tiene más habitaciones, ahora que estamos más cerca vas a poder quedarte más seguido-

Fue vago en los detalles, pero Clara sabía que Leo no se sentía cómodo en la otra casa, mansión, en realidad. Definitivamente no esperaba que volviera a mudarse tan rápido, y menos que la tenga en cuenta al momento de elegir un hogar. Su corazón empieza a latir más fuerte, con emoción.

-¿Vas a mudar tus cosas solo?-

-Los muebles grandes los transporta una empresa de mudanzas esta semana o la otra. Pero estoy pensando en pintarla y arreglarla solo.- Luego, encogiéndose de hombros, agrega: -Pensé que estaría bueno hacer algo para ocupar mis fines de semana.-

-Y la otra casa, vas a venderla?-

-Probablemente- responde, tomando un sorbo de café. Se apoya en la mesada de la cocina. -No tengo muchos recuerdos ahí, tampoco me gustaba mucho que sea tan ostentosa-

Sus ojos se encuentran por un momento y ella se pregunta si él está pensando en lo mismo; en la tarde tranquila en el patio de la casa de Clara, cuando tenían unos 11 o 12 años, y los dos imaginaban la casa de sus sueños, nunca se detuvieron a pensar en lo que significaba, pero ambos decían que iban a vivir juntos, con perros y un gran patio con pileta.

-¿Queres venir?-

-¿Si?- dice ella, sorprendida. -Quedé con Alma para vernos a la tarde, pero... ¿quizás la próxima que vayas?-

También podría ser bueno para ella. Algo para ocupar sus fines de semana ahora que Luciano no estaba cerca. 

Él asiente, con una comisura de sus labios inclinada hacia arriba en una sonrisa. Pero son sus ojos los que la tienen cautivada, claros y gentiles, tal como lo fueron esa tarde hace tanto tiempo.

-Sí, la semana que viene vuelvo de nuevo-.

...

Dos semanas después de empezar a renovar la casa, Leonel cumple 31 años.

Clara, Alexis y el Kun quieren conmemorar la ocasión pero él se niega; nunca hizo algo grande en sus cumpleaños y eso no va a cambiar ni con toda la plata del mundo. Quiere un buen asado, una mala película, y a sus tres mejores amigos.

《La Boda || Leo Messi》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora