Cronofobia [Thorki R+18] || Completa

Epílogo

C R O N O F O B I A

Epílogo

Loki entrecerró los ojos al sentir el molesto rayo de luz matutino colándose por su ventana. Notó que un brazo enorme le impedía ponerse de pie de su cama, ante lo cual bufó con hartazgo.

—¿Podría su alteza, permitirme ir a realizar mis deberes reales?

Un bonachón y gigante Thor levantó de mala gana su rostro.

—Mmmgh... No, quédate un poco más. —pidió.

—El Rey de Asgard puede darse esa licencia, pero no su consorte.

—Eso es absurdo. Tú más que nadie tienes derecho a manejar tus horarios como desees. Nadie reclamaría al respecto.

El azabache suspiró. Habían pasado unos escasos diez años desde que habían llegado a ese nuevo Asgard. Para dioses como ellos, era un parpadeo, pero la labor de reconstruir un mundo entero era titánica y sumamente tediosa teniendo en cuenta que Thor seguía sin ser avezado en la diplomacia (había mejorado, pero no significativamente), por lo que Loki era el principal moderador en las exigencias entre el pueblo y la corona.

Aunque todo ese nuevo universo prometedor le llegaba a hartar, el hechicero sentía mucha aceptación cuando hacía un proclamo en nombre de su, ahora, esposo... Uhm... Esposo. Esa palabra podría ser una mera etiqueta formal, porque ellos tenían una conexión única que se había fortalecido en su nuevo Asgard.

Loki pensaba que, si seguían buscándolos como prófugos de la alteración de las reglas en las realidades alternas, no tendrían oportunidad de encontrarlos. No mientras él pudiera cubrir el rastro de las huellas que Thor y él en su cambio de universo. Ni siquiera el mejor agente de Midgard, o cualquier aliado le arrebataría esta vida.

Sintió entonces como el rubio comenzaba a abrazarlo por la cintura para impedir que se levantara de su cama.

—Escucha Odinson, si en cinco segundos no me sueltas, te haré volar a la pared.

—Uhm, ¿de nuevo? —preguntó con cierta picardía Thor. —Anoche la estuvimos golpeando muy fuerte. A este paso, los arquitectos terminarán odiándonos por las reparaciones.

—¿Y de quién es la culpa? Apenas te beso y quieres que follemos en ese mismo instante.

—Es difícil resistirme a tu encanto. —dijo pasando un dedo encima del muslo del ojiverde.

—¿Estás tratando de adularme?

—Por supuesto. —respondió besando el cuello del ojiverde. —Dije que me dedicaría a darle plenitud a nuestro matrimonio. No me contengo cuando se trata de complacerte.

Loki sonrió de lado, acomodándose de nuevo con el mayor, pasando su índice sobre sus perfectos y tonificados pectorales.

—Dime qué es lo que te hace ser tan... Crédulo.

—No soy crédulo ya que sé a quién tengo conmigo. —Thor repasó el rostro terso y bello del otro. —Estamos aquí para reinar juntos, ¿lo olvidas? Hace diez años lo dije en mi coronación y lo hago cumplir: tienes mi total confianza. Y a todo esto, ¿a qué viene el tema?

Antes de que Loki pudiera responder, el mayor se le adelantó, colocándose encima suyo para juntar su cuerpo de forma insinuante y traviesa, paseando sus manos encima del pecho y parte de los costados del menor.

—¿Estás... insatisfecho? —continuó preguntando al tiempo que besaba su cuello y parte de las clavículas.

El azabache tomó el rostro de Thor para hacer que lo encarara y poder responder: —A veces vuelven mis fantasías de querer apuñalarte...