¿ᴅᴇꜱᴛɪɴᴀᴅᴏꜱ? // ʟᴇᴡᴀɴᴅᴏꜱᴋɪ × ɢᴀᴠɪ

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Es domingo, los octavos de final empezaron ese mismo día.
Polonia había tenido la mala suerte de coincidir en el primer partido con Francia, el último campeón mundial, el cual tiene uno de los mejores equipos nacionales, con jugadores como Giroud, Griezmann y la joven promesa, Mbappe.

Como era de esperar, por la mayoría, Polonia perdió 3-1, con un penal de Lewandoski en el 90+9, lamentablemente, no afectando el resultado.

Lewandoski y sus compañeros eran despedidos de la cancha con aplausos provenientes de sus hinchas, alguno que otro francés y en la parte de arriba de su salida Gavi.

Espera, ¿qué?. ¿qué hace Pablo ahí?.

Miró arriba de nuevo para corroborar, llevandóse la sorpresa de verlo aplaudiéndole con una sonrisa suave en su cara, generando una sensación de calidez en su corazón, siendo que tuvieron una amarga derrota recién.

..

Entró a los probadores recién después de bañarse con una agua inaturalmente caliente, para ver que sus compañeros, en su mayoría ya no estaban, menos uno el cúal le avisó que cada uno se había ido con sus familias y que mañana se juntarían como equipo para charlar.

Robert le agradeció la información a su compañero que ya estaba saliendo con su hijo y esposa, para sentarse y llamar a sus hijas. Él sabía que lo vieron por televisión y que estarían preocupadas, pero antes de que pudiera encontrar su telefóno, alguien entró en los probadores corriendo y jadeando. Era Pablo.

-¡Robert! ¡Menos mal estás acá, te busqué por todas partes!- El sevillano se acercó lo suficiente sl polaco para sentarse a su lado, colocado su cabeza en el hombro del contrario.- Lamento mucho su pérdida ante Francia, ahora esa tortuga cabrona me escuchará..-

Gavi, sin dejarle decir palabra al alfa, siguió charlandole por un tiempo, haciéndole subir el ánimo y sacandole sonrisas, sabiendo lo dificíl que es para Robert saber que nunca más podrá tener la oportunidad de ir a un mundial.

Cuando ya pasaron más de 20 minutos, ambos hombres decidieron llamar (en conjunto) a las ñiñas, saben que estarían preocupadas por su padre, y verlo con Gavi las ayudaría y también las relajaría.

-¡¡Papi y Mami Gavi!!-. Soltaron ambas niñas al unisóno al ver a  ambos adultos a través de la videollamada. Ambas niñas estaban felices de ver a su padre, aunque tristes por su derrrota.

-¿Cómo te sientes papi?-. Preguntó Laura, la más pequeña de las dos. Era la más directa, por ende, la que más preguntas hacía.

-Yo me siento mejor por lo del partido, ¿Y ustedes, niñas? ¿No han hecho rabiar a su tía querida?-. Pregunto Robert, le preocupaba que sus hijas llegasen a molestar en cierta medida, sabía que nunca lo hacían, pero más vale preguntar.

-¡¡N la hemos hecho rabiar papi!!, aunque Laura hizo algo..-

‐¿Que hiciste, Laura?-.

-Nada, yo no hice nada papá..-. Dijo, para poner cara de perro mojado. Robert no sabía si creerle o no, mientras que Pablo estaba riéndose internamente, pero decidió ayudar un poco al  Polaco.

-¿Segura, Laurita?, sería una lástima que nos mitieran ahora, sería triste para nosotros..-. Lo dijo del mismo tono que Laura, para que el sentimiento de pena se revierta y lo cuente, ese truco siempre le servía.

-Bueno, es que yo sin querer rompí el jarrón del comedor..-

-¿Hiciste qué...?-

-Bueno, la tía nos está llamando, ¡adiós papi!-. Klara intenrrumpió, sin dejarlo hablar cortandóle de inmediato con una sonrisa malevóla.