Capítulo 5

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—Oh, gracias a Dios que estás allí —dijo Cooheart en el coche de Nunew tan pronto como Nunew contestó el teléfono—. ¿Dónde has estado? He estado llamándote todo el día y el teléfono estaba desconectado. Sé que nunca encuentras el maldito teléfono, pero demonios chico... He estado tan preocupado que estaba a punto de ir para allá y ver si estabas bien o si ése desconocido te había asesinado en tu loft. —Cooheart finalmente tomó aire en medio de su diatriba—. Por favor dime que no está allí todavía.

Limpiando sus manos manchadas con pintura, con un paño, se colocó el teléfono entre la oreja y el hombro, Nunew sonrió a la voz afectada de Cooheart y a su discurso estilo mamá.

—No, Cooheart, el Señor Maravilla ya se fue. Tenía que encontrarse con unos amigos.

—Entonces, ¿a qué hora se fue?

—Hace unos minutos.

—¡Nunew!

—¿Qué? —preguntó con fingida inocencia.

—Oh, cariño, —Cooheart se quedó boquiabierto—, no me digas que pasaron el día jugando al Parchís o a algo.

Nunew se mordió los labios mientras recordaba exactamente lo que habían estado haciendo durante el día. Lo hizo sentir excitado y pequeño otra vez.

—No llegamos al Parchís, pero lo hicimos en la mesa de backgammon un par de veces. Y en el sofá, en la barra de la cocina, el piso, la mesa del café, y...

—Oh, Dios mío, eso es mucha información. Dime que estás bromeando acerca de esto.

—Nop, ni un poco. Te estoy diciendo, Cooheart, olvida al conejito de Energizer, este tipo lo hacía todo.

Cooheart gimió.

—¿En qué estabas pensando? Recién lo conoces.

—Lo sé —dijo Nunew, estando completamente de acuerdo con su amigo de que era un lunático por hacer algo tan estúpido—. No es mi forma de ser, pero no pude hacer nada. —Era como la extraña fuerza magnética que me agarró cuando pasé por el Café Frosthyte y me desvió hacia una cucharada triple de Chunky Monkey de Ben and Jerry (helado). Ese era su gran vicio. Nunew nunca había sido capaz de no tentarse con Chunky Monkey. —La tentación era demasiada, Cooheart. No la pude resistir. Él era un envase de Chunky Monkey y en lo único que podía pensar era: "que alguien me pase una cuchara".

—Oh, Dios mío —dijo Cooheart.

—Sí. Fue extraño. Estaba aquí, él estaba aquí, y luego dijo, "Hagámoslo" y lo próximo que supe, era que la cuchara estaba en mi mano e iba por él.

Cooheart hizo un ruido indignado.

—Por favor dime que nadie usaba una cuchara.

Nunew sonrió diabólicamente.

—No, no una cuchara, pero si hubieron un montón de lamidas.

—¡Oh, Oh, Oh! Me estas matando. No voy a ir para allá.

Nunew se rió.

—No me pude detener. Él era tan ardiente que siento la profunda necesidad de compartir su espectacular calentura contigo.

Cooheart resopló.

—¿Al menos lo vas a ver otra vez?

—No, desafortunadamente no. Ni siquiera sé su apellido.

—¡Nunew! Chico estás loco.

—Sí, lo sé. Fue simplemente algo de una sola vez en la vida.

—¿Este... entonces estás bien? ¿No te lastimó o algo?

03 ZeeNunewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora