《En La Intimidad || Nicolás Otamendi》

Capitulo 1 - María Ángeles

La primera vez que va a un lugar así, tiene quince años. Cuando entra en la sala VIP, las luces son tenues excepto por un único foco rojo que deja los rincones sin iluminar para disolverse en una oscuridad sin forma. Hay una pista de pop sensual sonando de fondo y algunos tipos grandotes descansando en sillones de cuero blanco. Las primeras chicas están bien en el sentido más simple que Lola puede describir. Claramente están en la miseria, pero una de ellas, una chica que claramente no era argentina, con trenzas en el pelo, puede mover sus caderas a un buen ritmo para que la contraten. Otra es básicamente una contorsionista que provoca algunos silbidos y comentarios desagradables de los que están sentados, por lo que también la contratan. Al parecer este tipo, Carlos, quiere contratar a una que parece una modelo chic olvidada de los noventa sin tetas, pelo rojo lacio y labios gigantes.

Eventualmente, sube al escenario. Sus ojos azules enormes, su boca y en especial sus pechos resaltan de inmediato. A pesar de la ropa diminuta y el maquillaje en capas, parece que tiene dieciséis años en el mejor de los casos.

Sonia hace un sonido contemplativo y vuelve su atención a la actuación de la chica. No es mala, pero claramente no tiene práctica. Ella es sexy por naturaleza y tiene muchos movimientos interesantes que parece haber sido entrenada en algo como ballet. Sus piernas están tonificadas y hermosas por sí solas, pero su ritmo necesita trabajo. Ella termina con una división completa y algunos de los hombres aplauden. Sonríe como una gimnasta olímpica al final de una rutina.

Sonia se pone de pie antes de que Carlos pueda abrir la boca y le hace una seña a la chica para que se acerque al sillón. Cuando están frente a frente, la mayor comienza a rodearla como un halcón.

-¿Cómo es tu nombre rubia?- Sonia pregunta tirando la colilla de su cigarrillo.

-María Ángeles- responde la chica, toda falsa confianza. -María Ángeles Valenzuela- se puede notar en su voz un acento diferente, del norte quizas.

-¿Y cuántos años tenes vos, María Ángeles Valenzuela?- Sonia pregunta, mirándola de arriba abajo, estirando la mano para apartar el pelo rubio del hombro de la chica.

-Dieciocho-, responde ella e incluso Carlos puede decir que es mentira.

Sonia resopla. -Sí, y yo tengo veintidós. No podemos contratar menores de edad. ¿Sabes lo que son los pederastas vos?-

Lola se quiebra de inmediato, con los ojos muy abiertos y desesperados. Ella suplica: -Por favor, necesito un trabajo. No tengo que bailar si no quiere.-

-¿Y esto es lo mejor que podías hacer?- Sonia señala vagamente a su alrededor. -¿Qué pasó con tirar curriculums en el Burger King de acá a la vuelta?-

Lola niega con la cabeza con vehemencia. -No pagan. No es suficiente.-

Por un momento, Sonia mira la cara de Lola y luego pregunta abruptamente: -¿Sos de Entre Ríos no?-

En voz baja, admite: "Sí".

La más grande maldice acaloradamente por lo bajo y lanza una rápida y asesina mirada en dirección a Carlos. Después de unos largos momentos de mirar a esta chica Ángeles, pensar y fumar mientras el resto de la sala espera su decisión, advierte; -Antonio necesita una mano con la ropa. Capaz alguna de las chicas pueda enseñarte algo para que vuelvas a intentarlo cuando tengas dieciocho años.-

El rostro de Lola se ilumina y Sonia personalmente piensa que nadie debería estar tan feliz de conseguir un trabajo en un club de striptease, especialmente uno dirigido por Carlos, pero ya la mandó a reunirse con Antonio, uno de sus mejores amigos, y que dirige los camerinos con un puño de hierro.

-Todavía hacemos obras de caridad- escupe Carlos al otro lado de la habitación -¿o podemos seguir adelante con esta mierda?-

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