...y ella corría sin mirar atrás. No pensaba. Su mente solo le susurraba que quería huir de aquella horrible situación. La oscuridad Ilegaba sigilosamente fría y húmeda y en el bosque ya se escuchaba la escalofriante melodía de los cuervos. Ella se quedaba sin fuerzas, sin aliento, pero sabía que no podía parar. De pronto, observó que aquellas flores secas que tenía en frente, sin vida como la mirada de sus asustados ojos, indicaban el camino. Aquel hallazgo la tranquilizó. Recorrió por todo su cuerpo una sensación de serenidad. Algo llamó su atención y ya no tenía la necesidad de salir huyendo. Empezó a recorrer el sendero que ellas indicaban. Al terminar dicho camino, se encontró delante de una misteriosa casa de madera. Tenía un aspecto que transmitía desolación y parecía estar abandonada. Se acercó poco a poco. Notó unos pasos dentro y esperó allí, paralizada, con una mezcla de miedo y curiosidad. Una mujer de larga melena de color como el azabache, tez pálida, delgada y con un vestido negro largo hasta los tobillos abría la puerta con mucha delicadeza, observándola con su mirada congelada llena de llanto y dolor. Pidiendo a gritos silenciosos que la liberara de aquella horrible situación. Ella, sorprendida, se desvaneció porque aquella mujer, era ella.
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Pensamientos Oscuros
ParanormalAntología de pequeños escritos inspirados en la muerte, la soledad, lo paranormal...