INVIERNOHistoria de amor de un asesino

Ciudad de México

Despierto antes que el despertador haga su trabajo. Soñé contigo, sabes? Todavía puedo sentir tu piel sobre la mía. Hora de levantarse. Me incorporo y siento el frío bajo mis pies y un escalofrío recorre mi cuerpo desnudo. Suelo dormir así, desnuda como siempre. Tomo una toalla del closet y mw dirijo a tomar mi acostumbrado baño. Me gusta mi departamento, pero tú no te acostumbras. La emoción me impidió dormir con soltura. Creo que sabes que te amo, y amo cada parte de ti.
Las vacaciones ya planeadas nos permitirán descansar de todo el estrés acumulado de tanto tiempo trabajando en la oficina. Miro al espejo y me siento hermosa. Mis 40 me sientan bien.
Miro el reloj y maldigo sin querer. Tarde otra vez. Apresuro mi baño y escojo ropa al azar. Mis maletas están listas para el vuelo.
El solamente pensarte me hace estar de buenas todo mi día.
Tomo una manzana del frutero y mis llaves de la entrada.
Bajo a toda velocidad al estacionamiento del edificio de departamentos y ubico mi automóvil.
9:06 y son 20 minutos al trabajo. Espero que no tenga pendientes importantes o tendré que retrasar mi vuelo.
Sin querer empiezo a sudar un poco. Odio eso. Conduzco por las calles de esta maravillosa ciudad. No permitiré que el tráfico arruine mi felicidad.
Llego al edificio de oficinas y tomo apresuradamente el elevador que me conduce directamente al vestíbulo de las oficinas del corporativo. Saludo a la recepcionista que siempre me recibe con una sonrisa fingida y paso a mi despacho. Tras de mi, mi asistente, ofreciéndome una letanía de mis pendientes y que apenas reparo en escuchar. Me siento en mi escritorio y ahora si, le presto interés. Quiero terminar rápido para no tardar en salir y perderme contigo. Suspiro lentamente y le doy instrucciones precisas de lo que debe hacer. Miro el monitor de mi pantalla y checo los correos de mi navegador. Sonrió al ver uno tuyo. Siento que el amor me brota por los poros de la piel. Ya quiero verte.