:。+゚01

2.5K 255 31
                                    

Detalles:

Diálogos: -...-
Pensamientos: «...»

⚠️

Este capítulo puede resultar incómodo para algunos lectores

▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂
▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂

Sentí que estuve dormido por apenas un minuto, desperté estando devuelta a Escocia junto a mi hermano. Estábamos en nuestra vieja casa preparando un par de tazas de té para el frío invierno que se asomaba por nuestra ventana.
Vivíamos en un pequeña pero elegante casita, no éramos muy ricos ni demasiado pobres. Gracias a que mi hermano se partía la espalda viajando de una ciudad a otra por su trabajo, aveces permanecía meses fuera de casa, pero siempre confiaba en que volvería y nunca me decepcionó.

Mi hermano Arthur leía el periódico parado a mi lado esperando pacientemente su té.
Aveces olvido que es 5 años mayor que yo, siempre tratando de ser el mejor hermano que pueda ser sabiendo que no podía estar en casa todo el tiempo. Por lo que cuando cumplí la mayoría de edad decidió llevarme a todos sus viajes.

- Calum - Dijo derepente rescatandome de mis pensamientos.

- Ah.. ¿Sí? ¿Qué sucede hermanito? - Me enderezé y lo miré confundido. Sus profundos ojos marrones no se apartaban del periódico, acomodó un mechón de su cabello pelirrojo detrás de la oreja.

- Céntrate en lo que tienes enfrente.

- ¿Eh? ¡Auch! - Sentí un profundo ardor en la palma de la mano, por haberme distraído terminé derramando el té que estaba sirviendo.
En cuanto regresé la mirada hacia Arthur ya no estábamos en Escocia, volví al horrible escenario en Tokyo en el que mi hermano se encontraba inconsciente, tumbado contra la pared ensangrentada del callejón. Mientras el hombre de traje no apartaba su terrorífica mirada de mi ser, los pelos se me pusieron de punta y mi corazón se aceleró al instante por el miedo y la adrenalina.

- Tu hermano está muerto - Dijo el hombre frente a mí extendiendo su pálida mano hacia mí rostro hasta cubrir mis ojos por completo, sintiendo que perdía el aire cerré los ojos con fuerza y los volví abrir lanzando un desgarrador grito.

- ¡AHHH! - Abrí los ojos de par en par extendiendo mis brazos hacia adelante. Me encontraba echado mirando hacia el despejado cielo nocturno, mientras la luz de la luna iluminaba mi rostro. Me senté rápidamente sin dejar de gritar. Y cerré la boca al darme cuenta de que a mi lado estaba el chico con líneas en todo el cuerpo que había llamado mi atención en ese extraño lugar. Sus rojizos cabellos bailaban de forma casi imperceptible junto al viento que la luna resoplaba.
Se encontraba sentado abrazando sus rodillas mientras escondía su cabeza entre ellas. Cuando me callé levantó la cabeza con impaciencia, su brillante mirada se encontró con la mía, causando una leve corriente en todo mi cuerpo

- ¿A..Akaza? - Murmuré débilmente.

- ... - Se quedó inmóvil sin responderme pareciendo no tener ganas de estar en este lugar y menos conmigo. Luego se puso de pie de un salto sin hacer el mínimo esfuerzo y alzó la cabeza hacia la luna.
Sus ojos amarillos resplandecían aún más bajo su luz plateada y sus cabellos se volvían sutilmente rosados. Junto a su expresión seria hacia el cielo era como ver una obra de arte, todo en él parecía una obra tallada y pintada con el más mínimo cuidado, siendo deleitante para mis ojos.

- Que hermoso - Susurré sin darme cuenta de que una pequeña sonrisa se asomaba por las comisuras de mis labios.

- ¿Qué? - Giró su cabeza hacia mí. Arruinando la helaborada obra que había hace unos segundos.

- Na..Nada.. ¿Dónde estamos? - Me levanté del suelo para darme cuenta de que nos encontrábamos en el centro de un claro, rodeado por un espeso bosque - ¡¿Y Arthur?!

- ¿Quién? - Alzó una ceja con evidente fastidio.

- Mi hermanito... Mayor.

- Le preguntas a la persona equivocada, pero si quieres verlo de nuevo... - Se puso en una extraña pose de combate frente a mí, mientras una perversa sonrisita se dibujaba en sus finos labios - Tendrás que enfrentarme.

- ¡¿Q..Qué?! ¡No! No vine a pelear con nadie, solo quiero regresar con mi hermano e irnos de aquí, no busco problemas... - Susurré lo último cubriendo el lado izquierdo de mi pecho con mi mano derecha, encogiendo instintivamente mis hombros.

- Pues ya los tienes. Ahora le perteneces al señor Muzan, eres un demonio al igual que él... ¡Y que yo! - De un momento a otro estaba frente a mí, cara a cara, estirando su pierna hacia un lado para próximamente estamparla en mi rostro. Para mi suerte mis reflejos fueron igual de rápidos y bloqueé el golpe con el brazo, sin embargo la patada de Akaza fue mucho más fuerte y cortó mi muñeca, separando mi mano del resto.

- ¡Ahhh! - Agarré desesperado mi brazo viendo como la sangre brotaba de mi extremidad "decapitada" - ¡Mi mano! - Chillé asustado. Recién al ver mi mano extendida en el suelo noté lo pálida que estaba mi piel.
Akaza se limitó a soltar una placentera risa victoriosa.

- Que chillones se han vuelto los humanos.

En cuestión de segundos mi extremidad se regeneró.

- Vaya - Suspiré asombrado ante mi nueva habilidad - Con que un demonio es capaz de regenerarse - Sonreí levemente admirando la réplica de mi mano.
Akaza volvió a atacar con una patada pero esta vez apuntando hacia mis pies. Di un salto hacia atrás sin éxito, al ser atrapado en el aire por otra patada de él, me lanzó hacia un extremo del claro dejándome varias marcas y rasguños debido a las caídas sobre las piedras y ramas del lugar.
Caí frente a un pequeño charco de agua en la que pude apreciar mi reflejo.
Mi piel se había vuelto más clara de lo normal, mi cabello seguía siendo pelirrojo, mis ojos verdes y tampoco habían desaparecido las pecas en mis mejillas.

- No he cambiado casi nada... - Susurré sorprendido, comparandome con las extravagantes apariencias de los otros demonios.

En el reflejo pude ver como Akaza se acercaba con un gran salto como una bala, dirigiendo hacia mí la planta de su pie mientras reía con locura y aparente satisfacción.
No dudé ni dos segundos en rodar para un costado logrando evadir aquel golpe mortal para un humano, Akaza cayó sobre el charco agua causando que un montón de gotas salpicaran mi rostro y ropa.

- ¡Por favor ya basta! - Grité levantándome con todas mis fuerzas. Permaneció inmóvil sobre lo que quedaba del agua bajo sus piel, sin borrar su intimidante sonrisa.

- ¡No te acobardes! ¡Si no eres capaz de enfrentarme, no serás capaz de encontrar a tu preciado hermano! - Dijo con entusiasmo.

- «Odio pelear... Pero tiene razón, si debo enfrentarme a él para reencontrarme con Arthur, entonces lo haré...» - Tragué saliva y me enderecé como siempre lo hacía mi hermano. Listo para su próximo movimiento.

- ¡Aquí vamos!

Demon's Heart (Akaza x Male!Reader) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora