Demon's Heart (Akaza x Male!Reader)

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Detalles:

Diálogos: -...-
Pensamientos: «...»

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Este episodio contiene: Violencia

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Pasó casi una semana desde mi primer entrenamiento con Akaza. Luego de varias noches de combate por fin era capaz de hacerle frente y devolverle los ataques sin tropezar en el intento. Mi habilidad de demonio se estaba desarrollando y mi apariencia ya no era la misma.

- Haz mejorado - Dijo Akaza con satisfacción - Pero aún puedo sentir tu humanidad, debes deshacerte de ella si quieres sobrevivir, Calum - Continuó al terminar nuestra última pelea nocturna.

- Lo siento - Suspiré inclinando la cabeza, no le prestaba mucha atención ahora que mi mirada estaba fija en mi reflejo, a mi lado había un pequeño charco de agua en el que podía verme claramente. Mi piel era pálida como la luna, las puntas de mi cabello se tiñeron en tonos más rojos y mi esclerótica se había vuelto color rojo, mis iris seguían verdes pero mi pupila se afilió, como la de una serpiente o un gato. Y ahora habían unas cuantas líneas naranjas tatuadas en mi piel que recorrían todo mi cuerpo.

- Calum - Sentí como de un golpe Akaza destruía mi mandíbula, dejándome conservar únicamente la parte superior de mi rostro - ¿Me oíste bien? - Yo solo pude asentir, a los segundos mi mandíbula volvió a la normalidad.

- Eso dolió - Fruncí el ceño con pena mientras acariciaba con preocupación mi mentón y mejillas.

Sin responderme se sentó sobre el césped mirando fijamente hacia el estrellado cielo en el que gobernaba la luna en silencio.

- «Ahora que lo pienso no sé mucho de él...»

Me senté a su lado mirando atentamente hacia la luna pensando que decir. Sutilmente volteo hacia su dirección, sin girarme demasiado, pero apenas poso mis ojos en él, resulta que él ya me estaba mirando por el rabillo del ojo. Sus ojos se abrieron más, aparentemente sorprendidos y volvió su mirada a la luna.

- ...

Al darse cuenta de que había sido atrapado volvió a dirigir su mirada hacia mí.

- ¿Qué quieres? - Dijo con un tono molesto.

- ... - Pensando que responderle me quedé callado unos segundos - Akaza ¿hace cuánto te convertiste en demonio?

- ¿Por qué quieres saber? - Frunció se ceño.

- Um.. Siento curiosidad, ahora que podría decirse que somos a..amigos, creí que podríamos conocernos más - Murmuré sientiendo como se apoderaba de mis mejillas un calor traicionero.

- Calum, ya dije que solo te entreno porque el señor Muzan me lo ordena - Al darme cuenta de la dirección de sus palabras me entristecí - Eso no nos convierte en amigos, quítate esa estupidez de la cabeza.

- E..Entiendo... - Incliné avergonzado la cabeza tratando de ocultar las pequeñas e inexplicables lágrimas que querían salir de mis ojos - «El único ser con el que vivo desde que perdí a mi única familia y mi identidad, nisiquiera es mi amigo. Es normal querer llorar por eso ¿Verdad?» - Comencé a secar desesperado mis ojos - «¿De qué me sirve ser fuerte si estaré solo?» - Mis pensamientos estaban por decaer más y más hasta que siento una mano apoyarse bruscamente sobre mi cabello - ¿Eh? - Alcé la cabeza instintivamente.

Akaza me miraba con una mezcla de molestia y lástima, pero su mano se quedó inmovil sobre mí. Mi corazón se aceleró como loco, era la primera vez que me tocaba sin la intención de lastimarme.

- Me convertí en demonio desde hace 131 años... Creo - Frunció el ceño mirando hacia un punto vacío mientras parecía intentar recordar.
No pude evitar sonreír, comencé a sentir calidez en mi pecho como lo sentía cuando estaba en Escocia junto a mi hermano.

- Eso parece bastante - Reí levemente.

- Supongo - Murmuró - Aveces es aburrido, sobre todo cuando eres el sirviente de alguien más. Pero poder pelear contra oponentes fuertes lo compensa - Sonrió satisfecho volviendo a mirarme - El señor Muzan dijo que no eres de aquí - Cambió de tema derepente - ¿Eso es cierto?

- Ah.. Sí - Asentí algo sorprendido - «Quizá lo supo por mi ropa, no pasa desapercibida en este país» -. - Vengo de Escocia, ahí nací.

- Es.. Co.. ¿Qué? - Me miró con confusión y algo de fastidio.

- ¡Escocia! Está en Europa.

- ¿Europa? - Parecía no tener ni idea de lo que estaba hablando.

- Es un continente - Reí al sentir que le explicaba a un niño - Está junto a Asia, el continente en el que estamos.

- Al pasar los años seguro olvidé esas cosas - Gruñó.

- Tal vez un día te pueda enseñar más sitios de Asia y Europa, he viajado a muchos lugares - Dije entusiasmado.

- Suena interesante - Sonrió leve, quizá ante la idea o mi reacción. Al no saber que responder ambos nos quedamos en silencio sin apartar la mirada del otro, se había vuelto un momento tan tranquilo y reconfortante. Mis latidos traicioneros volvieron a aparecer, sentí como mi cuerpo estaba por acortar suavemente la distancia ¿Acaso nos hemos vuelto más cercanos de alguna manera?

- ¡Buenas noches! - Dijo una voz familiar detrás de nosotros, casi dándome un paro al corazón.

- Tsk - El cuerpo de Akaza se tensó derepente y tomando impulso me dió una patada en el rostro, lanzandome hacia atrás.
Di varias vueltas sobre el suelo hasta q finalmente caí boca arriba a varios metros de donde estaba antes.

- ¡¿Q..Que pasó?! - Grité levantándome, dándome cuenta de que quien nos saludó fue uno de los demonios que había visto antes de estar en este lugar, el demonio de los ojos coloridos. Ofendido me encaminé hacia ellos.

- Vaya vaya Akaza, parece que tienes un nuevo amigo - Dijo el demonio mientras ocultaba su evidente sonrisa detrás de un abanico que traía en la mano.

- No sabes de que hablas, Douma. Estábamos en medio de un entrenamiento hasta que llegaste - Dijo Akaza seriamente, toda señal del Akaza con el que reí hace unos momentos había desaparecido.

- ¡Por supuesto! - Contestó sin desvanecer su sonrisa - Porque Akaza siempre pelea teniendo conversaciones íntimas con sus rivales - Dijo burlonamente mientras cerraba los ojos e inclinaba la cabeza a un lado.

-«¿C..Cuando habrá escuchado?»

- No malinterpretes lo que oyes, idiota - Dijo Akaza irritado - ¿Qué haces aquí?

- Oh, verdad - Douma abrió sus ojos con sorpresa y posó su dedo índice en una de sus mejillas - El amo Muzan me envió para darles un mensaje...

- ¿Cuál mensaje? - Me atreví a intervenir.

- Jm.. - Soltó una estraña risita sin separar los labios - Calum, realmente el mensaje es para ti - Dijo mirándome por primera vez, sus ojos no predecían nada bueno.