MADAM SPELLMAN QUEEN

CITA CON LA TERAPEUTA

Zelda entró en la oficina de su terapeuta con una sensación de temor, descubrió por qué odiaba tanto a Adam y ahora tendría que hablar de eso en terapia. ¡Divertido!

Cuando entró Teresa, tenía una sonrisa en su rostro
—Buenas tardes, Zelda—

—Buenas tardes— dijo algo sería

Teresa dejó de sonreír y miró la cara de Zelda,
—¿Pasa algo?—

Zelda puso una sonrisa falsa
— solo todo el tiempo todos los días— respondió

Teresa se hundió en su silla
—¿Qué pasó?—

Zelda se encogió de hombros
—lilith tiene novio—

Teresa sonrió y aplaudió
—Eso es genial—

Zelda solo frunció el ceño, la cara de Teresa una vez más cayó
—¿Qué tiene de malo eso?—

Zelda se encogió de hombros
—Nada, es un gran tipo—

Teresa se burló:
—Vamos, Zelda, hubo suficiente sarcasmo allí para llenar el superdomo, ¿qué está pasando realmente?—

Zelda se recostó en la silla
—Nada, de verdad, realmente es un gran tipo—

Teresa se inclinó hacia adelante sobre sus rodillas, —¿Pero no para Lilith?—

—sí, él no sabe nada de ella, simplemente está con ella por su apariencia—

Teresa asintió
—Y eso te hace sentir... —
su oración se apagó, queriendo que Zelda la terminara.

—Loca—
Zelda se levantó y comenzó a caminar, —increíblemente enojada y enojada, pero ella no lo ve, no ve que este hombre es completamente malo para ella—
Se hundió en su silla y cerró los ojos.

—Ok, ¿has intentado hablar con ella sobre esto?—

—Sí, y ella simplemente me ignoró, diciendo que yo era su mejor amiga y él era su novio—

Teresa cruzó las piernas y juntó las manos sobre las rodillas
—Bueno, parece que todavía está en la fase de luna de miel de su relación, dale un par de semanas más e intenta hablar con ella sobre eso nuevamente—

Zelda suspiró
—Supongo que tendría sentido esperar un poco, quiero decir, tienes que estar en una relación para ver sus hábitos—

Teresa asintió, luego comenzó a hablar de otras cosas que le habían llamado la atención en sesiones anteriores.

Muy pronto llegó el final de la sesión y Teresa estaba guiando a Zelda hacia la puerta:
—Recuerda lo que dije, solo quédate ahí para ella y ayúdala en los momentos difíciles de su relación—

Zelda asintió y caminó hacia su auto, se subió y sintió ganas de llorar, pero nunca fue de llorar en público...

ESTARA CELOSA? QUE CREEN