DESAYUNO EN DR CERBERUS

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Zelda entró en Dr. Cee's y vio a su hermana detrás del mostrador, se acercó a ella y hablaron durante un par de minutos, cuando se dio la vuelta, chocó con alguien y le hizo tirar sus cosas. Como buena ciudadana se agachó a recoger lo que había hecho caer, lo que no sabía era que la persona con la que se encontraba estaba parada detrás de ella admirando lo que ella consideraba un trasero muy fino.


Cuando Zelda volvió a levantarse, se giró para mirar a Hilda, luego ambos estallaron en risas:
— Eso no era lo que quería hacer en mi primer día de regreso en Greendale —

—Esta bien Zelds, además ese es el Sr. Hawthorne, él realmente no presta atención a nada fuera de lo que quiere —


Lilith estaba tratando de averiguar quién era Zelda cuando escuchó que la mujer rubia detrás del mostrador se refería a la pelirroja como Zelds, se acercó al mostrador y reunió el coraje para hablar:  —Disculpe, señorita —

Zelda se dio la vuelta para encontrar a una mujer morena parada allí.  — si — respondió la pelirroja algo intrigada

— ¿Eres Zelda Spellman? — pregunto algo avergonzada

Un momento de confusión cruzó el rostro de Zelda, pero rápidamente recordó por qué estaba en casa del Dr. Cerberus:
— yo soy...  tú debes ser Lilith Wardwell —
Dijo algo entusiasmada


— la misma me alegro de haberte encontrado, no tenía ni idea de cómo eras — respondió algo sonrojada cosa que intento ocultar con una leve sonrisa

— Oh, no te preocupes querida, yo tampoco sabía cómo te veías — respondió la pelirroja
La sonrisa de Zelda de la noche anterior había regresado, se volvió hacia Hilda
— ¿Te importaría traernos batidos? — pregunto

—Claro que no, a ti se que te gusta el chocolate, ¿qué le gustaría Sra. Wardwell? —
Se volteo a la morena

— Por favor, llámame Lilith, y el chocolate también suena bien para mí —
Respondió con una amable sonrisa

— Ok, los tendré en tu mesa en un santiamén —
La rubia fue rápidamente a prepararlos

Zelda y Lilith se acercaron a una mesa en la esquina de la tienda, solo un par de segundos después de que se sentaron, Hilda se acercó con sus batidos
— Aquí tienen, amores — dijo con una gran sonrisa mientras apoyaba los batidos en la mesa

—Gracias Hilda — dijo la pelirroja

Lilith también asintio y le devolvió una sonrisa

Cuando Hilda se fue, Lilith agarró uno de los menús que había preparado, pasó unos cinco minutos recorriendo el menú tratando de decidir qué quería comer. Hilda volvió, le dijeron sus órdenes y empezaron a hablar.

— yo um... yo... esto no va muy bien — dijo un poco bajo

La sonrisa de Zelda se hizo más grande ante la evidente señal de angustia en la morena
— tómate tu tiempo, soy una persona muy paciente— dijo la pelirroja

Lilith se aclaró la garganta antes de continuar: —Quería agradecerte por poner esa tarjeta en mi auto —

—No hay problema, cuando pasé junto a tu auto y te vi llorando, sentí que tenía que hacer algo. Sé un par de cosas sobre tener un mal día — le dijo tratando de que lilith no se sintiera mal

Lilith admiro toda el rostro de Zelda, y debido a eso notó un lugar donde la base de Zelda se había manchado y se podía ver el moretón que ocultaba, — ¿Eso incluye de dónde vino tu moretón o no? —


MADAM SPELLMAN QUEENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora