Park SeongHwa era un chico de la facultad de abogacía, tenía 24 años y era un jodido bombón malditamente sexy.
Era alto, de cabello negro, piel canela, cuerpo delgado pero musculoso, ojos rasgados y de un castaño oscuro, sonrisa divina con una hilera de dientes blancos, nariz perfilada y mandíbula marcada, pero lo que más destacaba era sus tatuajes en los brazos.
SeulGi y él fueron pareja por casi un año hasta que terminaron hace tres meses. YeoSang escuchó que su relación terminó debido a lo pesada que era su hermana, no lo dejaba tranquilo, no lo dejaba salir con sus amigos, era extremadamente celosa y hacía una escena de celos si una chica o chico lo observaba por un microsegundo.
SeulGi estuvo muy dolida por la separación, incluso luego de ese tiempo le dolía pues observaba al pelinegro por los pasillos de una manera no muy disimulada. Varías veces los vio por los pasillos discutir, pues ella quería volver pero SeongHwa no quería y la mandaba a la mierda importándole poco si la veía llorar o le suplicaba.
Sus padres no sabían que salieron, no sabía por qué su hermana nunca les dijo que tenía un novio pero poco le importaba.
No mentiría, le gustaba SeongHwa, o mejor dicho le calentaba, era guapo y no lo negaba, pero amaría tenerlo sobre él follándolo. Nunca se metió en su relación porque no era de hacer esas cosas pero no impedía que fantaseé con el mayor.
—Ella todavía siente algo por él, muchas veces llegó a la oficina hecha un furia porque SeongHwa la volvió a rechazar. Yo he tenido que soportar su llanto diciendo que lo extrañaba, que le dolía que SeongHwa la rechace y blablablá—Dijo SoYeon jugueteando con el cabello de BeomGyu—Así que si realmente quieres vengarte de ella metete con SeongHwa.
¿Tanto odio le tenía a su hermana para querer hacerle algo así? La respuesta era sí. Tenía tanto odio y rencor acumulado en su pecho que lo único que quería era que SeulGi sintiera lo mismo que él siente todos lo malditos días de su vida.
—¿Cómo debo encontrarlo?
—Yo me llevo un poco con su amigo MinHo y me dijo que este sábado irían a Oddinary—Dice SeungMin.
—Vayan. Allí podrías empezar—Habló SooJin.
YeoSang sonrió.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Se miraba en el espejo arreglando su rubio cabello, era sábado y eran casi las once de la noche. En los días que pasaron no volvió a casa, se quedó con BeomGyu y en la universidad ignoraba olímpicamente a su hermana. Volvería una vez haya tenido a SeongHwa entre sus piernas.
Vestía con un crop top negro mostrando su plano vientre al igual que un pequeño tatuaje de mariposa, una falda negra un poco más arriba de sus rodillas, medias de red hasta estas, una gargantilla con un corazón en el medio y unas botas al estilo militar. Esas prendas, menos sus botas y la campera de cuero que usaría, eran regalos de sus amigos en su cumpleaños. Su rostro estaba maquillado como de costumbre y era demás que se veía demasiado sexy.
