Criando un bebé en el Apocalipsis

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Cui Chong suspiró decepcionado.

"Parece que la señorita Li Tao tiene un profundo rencor contra mí".

Li Ran no podía molestarse con él.

Cui Chong miró la espalda de Li Ran cuando se dio la vuelta y se fue. Sacudió la llave en su mano y se rió entre dientes, "Qué lástima. Todavía tengo que verla todos los días".

Algunos de los hombres de Cui Chong se reunieron a su alrededor.

"Mostraba debilidad después de pasar hambre durante unos días".

"Así es, hermano Cui. ¡Una mujer como ella merece un mal trato!"

Cui Chong luego respondió: "No, todavía necesita ganar algo de peso. Es mejor si es gordita."

...

Más y más personas comenzaron a deambular sin rumbo en la base de seguridad. Algunos de ellos se cansaron y se sentaron, mientras que otros ya estaban haciendo fila para sacar comida de la cantina. Los gruñidos del hambre se podían escuchar desde casi cualquier lugar.

Li Ran buscó durante mucho tiempo, pero no pudo encontrar un lugar aislado.

El baño era simple y tosco, como los que encontrarías en el campo.

No fue a almorzar al mediodía y solo esperó hasta que sonó el altavoz, indicando que ya era de noche y que las personas debían estar preparadas para regresar a sus habitaciones asignadas.

Sin embargo, el lugar era un desastre desorganizado. Nadie estaba alineado correctamente.

La persona a cargo gritó a todo pulmón, pero cayó en oídos sordos.

El proceso se estaba arrastrando durante demasiado tiempo.

Entonces. la persona a cargo anunció en voz alta: "Si no se pone en fila, no le asignaremos ningún alojamiento".

"¿A quién le importa el alojamiento? Puedo dormir en el suelo. No moriré de todos modos, aquí no hay zombis. ¡Pero me moriré de hambre si no consigo nada de comida!"

"Sí, no hay suficiente comida proporcionada. Muchos de nosotros no habíamos comido en mucho tiempo. ¡Tenemos tanta hambre que nuestras mentes están confundidas!"

"¿Por qué tenemos que hacer cola? ¿No tenemos matrículas? ¡Solo di los números!"

"..."

Voces descontentas llenaron el espacio vacío.

El rostro de la persona a cargo se oscureció.

"Todavía hay mucha gente afuera que aún no ha entrado. Nuestros recursos son limitados. Necesitamos que todos entiendan y cooperen".

"¡Entonces haz algo rápido! Pensamos que venir aquí aseguraría nuestra supervivencia, pero al final, ¡simplemente nos dejaste morir de hambre! Probablemente podría encontrar algo de comida afuera y seguir viviendo. ¡Aquí no hay nada más que tierra!"

"¡Así es! ¡Nosotros también estamos siendo controlados! ¡Tenemos que trabajar para ustedes como obreros y no tenemos fuerzas porque no nos dan de comer!".

"..."

El responsable volvió a gritar por el altavoz para organizar a la multitud.

Se llamó el nombre de Li Ran. La asignaron al segundo piso. En concreto, la primera habitación a la izquierda.

La mayoría de los dormitorios tenían dos plantas y un total de cinco habitaciones.

Había un dormitorio que tenía ocho personas viviendo en él, mientras que otro dormitorio tenía un total de veinte habitaciones en el primer piso.

Li Ran estimó que debe haber al menos mil personas en la base.

En la habitación había una litera. También había dos mesas y dos sillas, pero aparte de eso, no había nada más.

Después de que Li Ran entró en la habitación, dudó un momento antes de optar por dormir en el extremo inferior de la litera. Estaba embarazada, así que tenía que tener cuidado. Subir escaleras no sería lo ideal.

Sin embargo, justo cuando estaba a punto de sentarse en la cama, una chica se le adelantó.

La persona sonreía pero tenía una expresión grosera. Su tono era aún más rígido.

"Yo me senté primero, así que esta cama es mía. ¿Tienes alguna objeción?"

"Sí."

Li Ran respondió directamente.

La niña miró a Li Ran. Ella levantó las cejas y dijo: "No estás calificado para esta cama. Lucharé contigo por ello. He practicado combate."

Li Ran la miró con frialdad. Luego dijo con calma: "¿Pelea? Tus pensamientos son muy peligrosos. No me quedaré en la misma habitación que tú."

Luego, caminó hacia la puerta.

"¿Qué? ¿Te vas a quejar?"

La niña se puso de pie y gritó. Había una pizca de nerviosismo en sus ojos.

"¿Eres siquiera un adulto? ¡Quejarse de cosas tan pequeñas!"

"Así es?" Li Ran se burló. Ella estaba muy desdeñosa con la situación.

"Adelante. A ver si a alguien le importa."

"Recuerda, mi nombre es Fang Qiu. ¡Ve y denuncia! ¡Repórtame!"

La sonrisa de Fang Qiu no desapareció de su rostro. Como Li Ran aún no se había ido, le dijo nuevamente: "¡Esta cama es mía! ¡No tienes derecho a ello!"

Su actitud era extremadamente podrida.

No había ni una pizca de miedo en el rostro de Fang Qiu.

Sin embargo, en el fondo, le preocupaba que la echaran si las cosas se salían de control.