Attack on titan 06: batalla de Trost: parte 2.

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—¡Hey! ¡Hey! ¡Armin! —Dijo Connie intentando despertar a Armin de su trance—. ¡¿Estas bien?! ¡¿Que le paso a tu grupo?! ¿Y Eren?

En ese momento, las memorias volvieron a Armin sobre como su amigo había muerto por un titan aunque el solo se estaba lamentando por su inutilidad y el como el quería estar muerto, la cosa solo empeoro con Ymir quien solo decía lo que sucedió con el grupo 34 sin empatía alguna.

Connie la encaro pero antes de que las cosas emporaran, Christa se interpuso para calmarlos; Connie al ver como actuaba Ymir supuso que la situación solo la estaba afectando y por eso era mas idiota de lo normal así que la ignoro.

—Oye Armin, ¿Te puedes levantar? —Dijo Connie al ofrecerle la mano.

—... —Armin se levanto sin decir nada—. Perdón por ser un estorbo, me reuniré con los demás en la retaguardia.

—¡O-Oye!

Armin salto del tejado y se dirigió a la retaguardia mientras veía los charcos de sangre por el camino, el rubio pensaba en el mundo, el como este ya era un infierno en el que el fuerte devora al débil pues siempre lo protegían sus amigos.

—Quiero ser fuerte como ellos... Y vivir en este mundo a su lado... —Dijo Armin para despues estrellarse contra una pared al no prestar atención al camino—. Y este fue el resultado... ¡Eren murió por mi culpa!

Armin se quedo en el suelo llorando por si mismo pero los sonidos de una mujer llamaron su atención, el rubio giro la cabeza para ver a su amigo dando RCP a un cadáver que le faltaban las piernas.

Ella le pidió ayuda pero aquel hombre no podía ser reanimado, Armin solo se tomo del rostro y comenzó a llorar otra vez; Ya no lo podía soportar mas.

En otra parte de la ciudadela, Una carreta tapaba la entrada al interior de la muralla gracias a un mercader que no quería perder sus productos, pero era justo eso que hacia molestar a las demás personas de los alrededores pues ellos querían estar seguros.

Aquel mercader solo dijo que si querían pasar tendrían que ayudar a empujar, incluso algunos soldados del área no hacían nada pues ese mercader era el presidente del mercado, el perfectamente los podía dejar sin comida según el.

Mientras todo eso ocurría, una madre intentaba consolar a su hija al decir que todo ira bien pero la niña se dio cuenta de algo, algo que la gente no vio hasta el momento, un titan anormal corría a máxima velocidad hacia las personas.

Varios soldados iban detrás del titan pero este los ignoraba debido a que los titanes se sienten atraídos por multitudes la multitud de personas intentaron pasar al empujar el carro pero este no se movía.

El titan estaba por llegar pero para su suerte, un soldado salió de uno de los edificios y le corto las piernas al titan quien cayo al suelo pero aun así intentaba avanzar aunque mucho mas lento ahora.

—¡Mikasa! ¡Todo tuyo! —Dijo Nero, el responsable del ataque al titan.

Mikasa se movió mas rápido que los soldados y logro cortarle la nuca al titan quien finalmente se quedo en el suelo; Nero se reunió a ella para darle otras espadas pues las suyas se habían roto pero su atención se fue a la multitud.

—¿Que... esta pasando? —Pregunto Mikasa.

—¡Ah, que bueno que llegan! ¡Ayúdenme a mover el carro! —Dijo el mercader.

—... Ahora mismo, mis compañeros están muriendo, Mientras la población no sea evacuada, mis compañeros seguirán peleando y muriendo.

—¡Pues claro! Ese es el deber de un soldado, el de sacrificar sus vidas por las de nosotros ¡Un montón de inútiles de hace 100 años! ¡no quieran dar ordenes ahora!

Mikasa se enojo por ese comentario, Nero solo se cruzo de brazos al ver que ella comenzó a caminar en dirección de aquel mercader.

—Si usted cree que esta bien morir por otra persona... entonces usted debe entender que a veces el sacrificio de una persona puede salvar a miles.

—¡Inténtalo! ¡Conozco a tu jefe por mucho tiempo, ¡¿Como crees que va a terminar?!

Dos de sus guardaespaldas intentaron detenerla pero Nero se encargo de ellos con dos simples golpes que los desmayo ante la gran fuerza física de el, Nero levanto el pulgar y Mikasa asintió. Ella llego con el presidente y lo amenazo al levantar la espada y luego bajarla rápidamente, aunque solo la dejo cerca de su rostro.

El presidente por miedo hizo lo que ella le pidió y quito el carro para dejar que las personas pasen.

—¡Hermanito, Hermanita! ¡Gracias! —Dijo Aquella niña a los dos.

—Muchas gracias, nos han salvado. —La madre de la niña les agradeció por arriesgarse por ellos.

Ambos guardaron sus armas e hicieron su saludo del soldado para despues irse volando; aquella junto a la lluvia la hizo recordar a aquel día en el que fueron atacados en su casa.

No en la que vivía con Eren, en la que ella convivía con sus padres biológicos que fueron atacados por un grupo de bandidos que querían vender a su madre.

Años atrás; Mikasa veía como su madre se defendió al intentar ganar tiempo para que escapara pero fue asesinada, así que los bandidos solo secuestraron a Mikasa.

Pero afortunadamente, gracias a un chico de pelo castaño que la encontró y la hizo entrar en razón al decirle que peleara, Mikasa sobrevivió y vivió hasta el día de hoy.

Ella que ya había vivido lo suficiente se dio cuenta de que este mundo es cruel pero no tiene que serlo.

Fuera de sus memorias, Mikasa había acabado con otro titan de los muchos titanes con los que se enfrento hace unos minutos pero unas campanadas capto su atención junto a la voz de su general.

—Nos retiramos, Ackerman, Vamos a escalar el muro. —Dijo su general.

—Nos reuniremos con ustedes luego, ayudaremos en la primera linea en su retirada, señor, ¿A que si Mikasa? —Dijo Nero con una sonrisa.

Mikasa había encontrado amigos en el mundo que estaban con ella, eso hacia que el mundo cruel en el que viviera no fuera tan malo como pensaba.

—Si. —Dijo Mikasa al irse volando junto a Nero.

—¡Oigan! ¡Auditore, Ackerman!

Ambos ignoraron a su superior y fueron en dirección de la primera, específicamente la del grupo 34, Mikasa tenia un lugar al cual volver. Nero estaba preocupado por sus amigos y por su compañera, por eso el fue con ella para asegurarse de que no le pasara nada.

—¡Nero, No tienes que venir conmigo, aun puedes regresar! —Dijo Mikasa al intentar mantener a salvo a su amigo.

—¡¿Y dejar que te enfrentes a los titanes tu sola con tan poco gas?! ¡¿Enloqueciste?! —Dijo Nero en respuesta.

—Lo se... ¡Pero si algo te pas-

—¡No me pasara nada! Te tengo a ti ¿No? ¿Recuerdas? —Menciono Nero al girarse a su compañera para verla al rostro—. Te ayudare en lo que sea, fue lo que juramos ese día en la enfermería.

—... Gracias, Nero. —Dijo Mikasa con una sonrisa—. Eren, mientras que tu estés conmigo... ¡Puedo hacer cualquier cosa! —Dijo Mikasa en su mente.

Ha pasado un tiempo desde que uso eso... —Dijo Nero en su mente al ver la venda de su muñeca que a través de un espacio pequeño, se podía ver algo verde entre las vendas aunque rápidamente la cubrió—. Entonces... hare lo que tenga que hacer... para salvar a mis compañeros.



Continuara....
¡Nuevos capítulos cada viernes!

Attack on Titan: Reincarnation.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora