EL COMIENZO DE TODO

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Bueno, aquí estoy, sentado viendo la televisión en mi casa independiente, supongo que tranquilo, con la mayoría de secuelas borradas. Aunque bueno, siempre hay algo que se queda guardado en la mente, más aún cuando has luchado contra algo contra lo que nadie más ha luchado. Bueno, eso no lo sé a ciencia cierta, ya que ni yo mismo sé a lo que me he enfrentado. He pensado miles de veces en divulgarlo, pero, ¿Qué podrían pensar de mí? las dos únicas respuestas que se me ocurren son estas: Pensarían que estoy loco y me llevarían a un psiquiátrico o me dirían que tengo una imaginación excelente. Que fácil es no creerte los temas de ficción, o más bien paranormales, eh.

Nos remontamos a Mayo del 2014, en esa época yo tenía 15 años, una edad rara, ni difícil ni fácil, una edad diferente. Sí, por lo que ves esto no pasó hace mucho, por eso sigo teniendo recuerdos limpios de lo que viví. Me encontraba en mi casa, solo, como prácticamente siempre, mis padres se pasaban el día fuera, ella por trabajo y él por su gran afición a subir montes. Ambos eran muy inteligentes, pero mucho de verdad, por eso tenían buenos trabajos en los que cobraban genial. Era un poco mimado, lo admito, siempre hemos tenido dinero para todo, y sobre todo para mí, ya que para mis padres yo lo era todo, pues no tenían más hijos.

Siempre me han dicho que no me parezco en nada a mis padres, y tienen toda la razón, ellos son los dos morenos, con pelo castaño y ojos verdes y azules, de hecho mi madre es de procedencia austriaca y mi padre italiano, sigo sin saber cómo se conocieron aquí. Pero yo, no cuento con ninguna de esas características. Yo tengo la piel bastante blanca y creo que soy uno de los pocos rubios que no tiene los ojos azules, los tengo marrones claros, no me desagrada la verdad.

Ya he explicado cómo era yo y como era mi entorno familiar, pero no he hablado sobre mis amigos, mi vida social. Durante mi estancia en el colegio hice amigos, los cuales en su época creía que eran inmejorables, salíamos a jugar al baloncesto, comer chuches o ver partidos de nuestros equipos favoritos en la tele. Siempre teníamos rivalidad porque una mitad éramos del "Baskonia" y la otra mitad prefería al "Barcelona", pero esa no fue la razón de que nos separasemos, tampoco fue un mal motivo, simplemente al pasar a secundaria conoces a gente nueva, y lo nuevo gusta más, nos ha pasado a todos, o eso creo yo.

En la secundaria conocí a dos grandes amigos, uno estaba en mi clase y por eso empezamos a hablar y hacernos grandes amigos, él era Iker, conocido por su apellido Castro. Por el contrario, a Diego lo conocí en una situación un poco más extraña, muy extraña de hecho. Un día estábamos en clase de matemáticas, y a Castro y a mí nos entró un ataque de risa, de estos que no puedes parar de reirte, y que si te aguantas, explotas y se escucha mucho más, pues uno de esos. Así qué claro, el profesor más amargado del instituto, "Valentín con pitilín" conocido por nosotros, que ya nos tenía un poco fichados por habernos escuchado insultándole, nos echó a la calle. Después nos dio una charla típica de profesor.

-Yo solo quería caer bien y haceros aprender y me lo pagáis así, no volváis a contar conmigo para nada más en lo personal, borrar mi contacto y todo.

Puede sonar un poco raro, pero nos dio su número de teléfono a nosotros dos, y nos dijo que podíamos contar con él para lo que fuera, no sé qué vio en nosotros. Después de esta bronca de Valentín fuimos al baño, pero en la puerta nos quedamos atónitos. Se escuchaban una especie de gritos de impotencia, como si algo estuviera poseyendo a alguien y no pudiera. Esto duró unos segundos, y de repente, el sonido se dejó de escuchar, hasta que se abrió la puerta y vimos a Diego sentado en el retrete, un poco amarillo y encorvado.

-¿Estás bien?-Le preguntamos.

-Sí, solo que me ha dado un apretón de la ostia, perdón si habéis escuchado algo.- Nos reímos los tres juntos y después nos quedamos charlando un rato, hasta que sonó el timbre para indicar que era la siguiente hora y nos tuvimos que ir.

TRAZANDO LA ECUACIÓN DEL MIEDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora