6.

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—Déjala dormir — Wednesday alejó a Dedos de un manotazo.

Perdió la total noción del tiempo mirando a su compañera dormir, estaba al pendiente de sus respiraciones, si existía una gesticulación de incomodidad en su rostro o si el peluche que siempre Enid abrazaba caía al suelo.

Hace pocas horas que había terminado el tiempo de Enid como hombre lobo y que habían regresado al dormitorio, ella estaba tan cansada, pero feliz por no haber estado encerrada toda la noche. Incluso ella sugirió hacerlo de nuevo la próxima luna llena, romper las reglas le desbloqueó una nueva emoción.

Flashback.

—Ca-carajo... —Enid gimoteó tirada en el suelo— ¿We-Weds?

—Aquí estoy —Weds se acercó a ella cubriéndola con el abrigo que había traído para la ocasión— ¿Estás bien?

—Me duele todo el cuerpo... Olvidaba lo doloroso que puede ser esto... —Enid pasó sus manos por las mangas del abrigo y lo abrochó levantándose—. Debemos irnos rápido, el resto debe estar acabando con esto.

—Llama para que venga a recogerte, Dedos te ayudará a volver a la celda —Wednesday indicó recibiendo un asentamiento por Enid.

Ambas avanzaron hacia las jaulas lupinas, para fortuna de ambas, los demás hombres lobos en su interior seguían transformados, pero no duraría por mucho tiempo. Enid avanzó hacia su jaula y al entrar, Dedos volvió a cerrar el candado para después escabullirse por una de las ventanas.

Wednesday regresó rápidamente al dormitorio, después de media hora, alguien llamó a su puerta con la solicitud de Enid para recogerla. Wednesday sin pensarlo, tomó su chaqueta de nuevo y se dirigió de vuelta a las jaulas.

Al entrar, nadie parecía recordar nada de lo sucedido, muchos estaban confundidos e incluso se quejaban del mismo dolor que Enid. Le asombró a Weds lo increíble que puede ser la rubia, recordar todo lo que pasó aún después de su transformación.

Por ahora, no admitiría que la forma lobo de Enid la cautivaba.

—Hola, doña chismes —Wednesday llegó burlona a la jaula de Enid.

—Ja, ja, hola a ti gusano sin vida —Enid respondió de la misma manera. Wednesday quiso sonreír, sin embargo, guardó sus intenciones y se mantuvo con el semblante serio.

—Debemos irnos —la jaula de Enid fue abierta por uno de los encargados. Enid salió llevando puesta la ropa cómoda que Wednesday le había traído hace algunas horas.

A paso lento, las dos se habían dirigido a su dormitorio, Enid tomó una ducha con dificultad y se colocó la pijama más suave y cómoda que tenía. Sentía como su cuerpo y cada parte interna de ella ardía, convertirse no es lo más divertido.

—¿Necesitas algo? —Wednesday cuestionó mirando a Enid acostarse en su cama—. Te ves horrible.

—Que tus huesos se rompan en pedazos, tu piel se destroce y se cambie por pelaje, tus uñas se alarguen y tu cráneo se deforme no es lo más gratificante, para mi gusto —Enid suspiró una vez que se cubrió con sus sábanas y abrazó el peluche de un dragón—. Necesito descansar...

—Justificaré tus faltas en clase, hablaré con los profes-

—No hace falta, ellos y la directora están informados... Después de cada luna llena tenemos justificación para faltar, es normal entre nosotros —Enid interrumpió a Wednesday—. Gracias por preocuparte y por sacarme de ese lugar.

Enid esperó que Wednesday pudiera decir algo que fuera recíproco, sin embargo, ella solo obtuvo un ligero movimiento de cabeza y la miró alejarse a su parte del dormitorio.

Somebody Else |Wenclair|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora