Seoul scape ✧ JIKOOK [omegaverse].

scape 1.

Se llenó las manos de talco. Una, dos, tres dominadas. Se sujetó fuerte de la baranda y, tensando todo su cuerpo, simuló pasos en el aire, luego mantuvo su cuerpo en forma horizontal. Todo su cuerpo estaba cubierto por una fina capa de sudor y su rostro estaba un poco rojo por el esfuerzo. Se soltó, cayendo con las rodillas flexionadas y soltando un resoplido de cansancio. Tomó su toalla y se secó el sudor de la cara. Su atención se dirigió hacia unas ancianitas omegas que lo estaban mirando fijamente, y la que estaba sentada en el centro, lentamente, alzó su brazo con el pulgar levantando. Sonrió incómodamente y les hizo una reverencia apresurada para luego dar media vuelta mientras se llevaba la botella de agua a la boca.

Un grupo de niños llegó al parque donde se encontraba haciendo algo de ejercicio, hablando sobre cosas de niños, ya saben. Entre ellos, iba su sobrino de siete años, Beomgyu, lo que le llamó la atención.

—¡Hey, Beom! —exclamó, llamando la atención del grupo de niños.

—Ay, no... —dijo el infante, haciendo como que no había visto al adulto.

—¿Beomgyu, ese señor omega tatuado te conoce? —le preguntó uno de sus amigos, Soobin.

—¡Beom, niños, mucho gusto! —dijo, colgado de la barra boca abajo.

—Mucho gusto, señor —respondieron.

—¿Qué haces por acá, Beom, no tuviste clases hoy? —preguntó, aun estando boca abajo. Uno de los niños estaba mirándolo por debajo de sus piernas para intentar verlo derecho.

Beomgyu se hizo el desentendido.

Jungkook se soltó, y tomó un pañuelo que estaba encima de su bolso para limpiarse las manos.

—Díganme, niños ¿quién quiere un helado?

—¡Yo un Chococono! —respondió Soobin con entusiasmo, alzando un brazo.

—Olvídalo, Bin, yo no quiero.

—¿Por qué no? Hace mucho calooor ¿qué te cuesta decir que sí?

—¡Beom, el tío te comprará un helado!

—¿El señor tatuado de las dominadas es tu tío? —preguntó otro niño, y Beomgyu tenía cada vez más cara de haber chupado un limón.

—¡No, no es nada mío! Mejor vamos a jugar, quiero jugar.

—Pero yo quiero helado.

—¡Yo también quería helado!

—¡No, vayamos a jugar!

—¡¿Beom?! —llamó otra vez Jungkook, sin entender por qué su sobrino le tenía tan poco aprecio.

Al final, los niños se fueron bajo la insistencia del pequeño Beomgyu, y Jungkook se alzó de hombros, cerrando la botella de agua con la tapa.

Una notificación en su celular sonó, y lo sacó del bolso para ver qué era.

"Su solicitud de trabajo para el puesto de asistente de logística ha sido rechazada."

—No puede ser —se llevó las manos a la cara. Otra solicitud rechazada agregada a la lista.

¿Cuándo se suponía que se arreglarían las cosas como todo el mundo le decía?