🌺La Procesión Fúnebre del Caos🌺

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C122

"¡Apresúrate! ¡Suministros por aquí!”

“Ha pasado un tiempo desde que se emitió una llamada de emergencia. ¡¿Por qué no se están reuniendo las tropas?!”

“¡Tenemos la aprobación del Congreso! ¡Envíe personal adicional ahora!”

Gente ocupada.

Ruidos confusos.

El ambiente en el salón parroquial era inusual. Rex agarró a un sacerdote que pasaba cerca.

"¿Qué diablos está pasando?"

“Oh, estoy muy ocupado por qué estás agarrando a la gente para hablar… ¡Dios mío! ¡S-Su Eminencia, el Santo!”

El sacerdote que me miró a los ojos por encima del hombro de Rex se sobresaltó.

Salí.

“Acabo de regresar, así que no conozco la situación. Por favor dame una explicación.”

El sacerdote abrió la boca con el rostro azulado.

“Hace media hora hubo un informe de que había ocurrido un Dungeon Burst. El Jefe ha salido por la puerta, por lo que el daño es severo. La energía demoníaca medida es de clase SS.

"¡Qué! ¿Es eso cierto?"

"¡Ay dios mío!"

Tomé un pequeño respiro.

"¿Dónde estalló?"

"En la frontera con la República Mágica".

“……”

Tuve una corazonada.

Es su trabajo.

El jefe final comenzó a moverse. Mucho más rápido que el original.

Capítulo 23. La Procesión Fúnebre del Caos

El Dungeon Burst ocurrió en Kasaka Village, donde se encuentra la 'Guarida del Behemoth de llamas'.

La situación en el pueblo, que sufrió un desastre frontal, era miserable. Arrastrados por el avance de las Bestias Demoníacas, los edificios derrumbados perdieron su forma y fueron quemados por las llamas.

El suelo estaba literalmente quemado.

Sin embargo, los humanos eran seres resistentes, e incluso en una situación tan terrible, había personas que aún no morían.

“S-sálvame……”

"Por favor, ayúdame... Hay gente aquí... colgada, hic".

"Por favor, por favor……"

Los que sangraban entre los escombros miraron desesperadamente en una dirección y suplicaron ayuda.

Toma, toma……

Había un hombre que caminaba tranquilamente entre los destellos rojo oscuro y el humo negro.

Un hombre alto con cabello largo y negro y túnicas negras. Su mirada, mirando al frente, era impermanente, como si hubiera visto el crepúsculo del mundo.

"Por qué……! ¡¿Por qué te vas…?!

En el momento en que un joven que se arrastraba en un charco de sangre gritó con resentimiento, Reed dejó de caminar.

Solo puso los ojos en blanco y miró al joven. En este instante, el joven debería haberse dado cuenta.

Que el oponente a la esperanza de la salvación estaba muy equivocado.

El Privilegio De Una Transmigrante / Novela Pt 2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora