capítulo 1

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—¡Alex, está sonando tu teléfono!

Aparté la vista de mi reflejo y miré hacia la puerta, de donde había venido la voz.

—¡Voy!— respondí levantándome de la silla y saliendo de mi habitación.

Caminé por el pasillo y bajé las escaleras hasta llegar a la cocina, donde Nat estaba sentada comiéndose una tostada.

Cogí el móvil, que había dejado cargando apoyado en la isla y fruncí el ceño al ver el número desconocido que aparecía en mi pantalla.

—¿Quién es?— preguntó Nat al notar mi confusión.

—No se— respondí —espero que no se haya filtrado mi número otra vez.

Apreté el botón verde con indecisión y me puse el teléfono en la oreja.

—¿Hola?

—Hola, buenos días.— dijo una voz masculina al otro lado del teléfono —¿Estoy hablando con Alexandra Jimenez?

—Sí, soy yo. ¿Quién llama?— pregunté vacilante.

Estaba esperando de verdad que no fuera un fan que hubiera conseguido mi número de teléfono por internet. Sería la tercera vez que me pasaba y no me apetecía nada tener que cambiarlo otra vez.

—Soy Ricky Lewis, el director de la serie "Into the Night", para la que hiciste una audición la semana pasada.—explicó.

—Ah sí, claro— dije, ahora con más interés.

—Ponlo en altavoz que quiero saber quien es.— susurró Nat, mientras masticaba un trozo de tostada.

Rodé los ojos ante lo cotilla que podía llegar a ser mi amiga, pero le hice caso y puse la llamada en modo altavoz, dejando el móvil sobre la encimera. Yo apoyé los codos en la superficie y dejé que mi cabeza descansara sobre mis manos, esperando a que Ricky continuara.

—Bueno pues te he llamado para decirte que has conseguido el papel de Max y sería un honor poder contar contigo para esta serie, eres perfecta para el personaje.

Las dos abrimos la boca en sorpresa al oír eso.

—¿Enserio?— pregunté aún sin creérmelo del todo, incorporándome de nuevo.

Esa no era la primera vez que me llamaban para darme una noticia parecida. Llevaba en la industria del cine prácticamente desde que podía hablar y había actuado en tantas cosas que había perdido la cuenta, pero aún así, la excitación que sentía cada vez que recibía llamadas como esa era como si fuera la primera vez.

Al fin y al cabo, me estaban llamando para hacer algo que me apasionaba y por lo que me iban a pagar una millonada.

—Muy enserio.— respondió la voz al otro lado del teléfono.

Nat se levantó de la silla y empezó a bailar silenciosamente por toda la cocina.

—¡Muchas gracias por elegirme!— exclamé y se me escapó una pequeña risa al ver a mi amiga perreándole a la nevera. —Sería un placer actuar en esa serie.

—¡Perfecto! El placer es nuestro Alexandra, eres una actriz increíble.— contestó Ricky —Pues eso es todo, le enviaré un email a tu manager con toda la información necesaria. ¡Que tengas un buen día!

—Lo mismo digo, ¡y muchas gracias!— me despedí con entusiasmo,

—¡A tí!— respondió antes de colgar.

Nat se me lanzó encima antes de que pudiera reaccionar, causando que casi nos cayéramos al suelo, pero conseguí estabilizarme sujetándome del respaldo de una silla.

—¡No sabes lo mucho que me alegro por ti Alex!— exclamó con la cabeza enterrada en mi hombro.

Sonreí para mis adentros de lo loca que estaba, aun así la quería demasiado. Ella soltó un poco el agarre y se puso en frente mía, cogiéndome la cara con las manos.

—Como crece mi niña, que orgullosa me siento.— fingió que se limpiaba una lágrima falsa.

Rodé los ojos y me separé completamente de su agarre.

—Gracias por arruinarlo.— dije y ella soltó una carcajada.

—No pero enserio, me alegro mucho.— dijo, ahora más seria.

Le miré con una sonrisa y sacudí la cabeza.

—Entonces, ¿de qué es la serie esa?— preguntó.

—No tengo muy claro, pero se que me toca tener un romance con otra chica.—Expliqué y abrí la nevera, buscando algo para comer.

—Bueno era obvio, eres la lesbiana favorita todo Hollywood.— dijo sarcásticamente y solté una carcajada.

—No seas exagerada. —respondí mientras sacaba la pizza que sobró de la cena de ayer y la metí en el microondas.

—No estoy exagerando, incluso Kendall Jenner ha dicho que le gustas.— levantó las cejas, sabiendo que no iba a poder responder a eso.

—Eso es muy fuerte. Aún sigo son creérmelo.— dije y ella asintió, de acuerdo conmigo.

Un día, en una entrevista para Vogue le preguntaron a Kendall que quien era su celebrity crush y dijo mi nombre. Creo que ese día recibí más llamadas de gente que cuando gané el Emmy.

—Yo lo único que espero es que te enamores de la chica con la que tengas que hacer de pareja.

—Eso no va a pasar.— respondí cortante. Siempre lo mismo.

—Entiendo que tu ex te hiciera daño, pero han pasado 5 años, no puedes estar toda la vida saltando de chica en chica.

Sabía que lo decía por mi bien, sinceramente yo tampoco disfrutaba tanto de hacer eso, pero ni me veía capaz de confiar en alguien en bastante, ni tenía tiempo.

Una vez que la pizza estaba caliente, la saqué del microondas y aproveché para irme al salón y así escapar de esa conversación.

El amor era un tema bastante complicado para mí. Estuve saliendo con una chica 3 años cuando vivía en España. Fui mi primera novia, mi primer amor y mi primer todo. Yo confiaba en ella más que en nada, así que me rompí por dentro cuando me enteré de que me estaba poniendo los cuernos con un tio. En verdad siempre me culpé a mí, nunca debería haber confiado ciegamente en ella. Desde ese momento decidí centrarme en mi carrera como actriz y gracias a eso llegué hasta donde estaba.

Bueno pues aquí tenéis otra historia. Estoy bastante emocionada y tengo algunos capítulos preparados.
Espero que la disfrutéis.

LA SERIE - JENNA ORTEGADonde viven las historias. Descúbrelo ahora