A la mañana siguiente, también fui al gimnasio. Por suerte, a los actores nos citaban un poco más tarde ese día, así que no tenía que levantarme excesivamente pronto.
Esa vez, a diferencia del día anterior, Jenna se encontraba en la cafetería que se podía ver a través de una de las paredes acristaladas del gimnasio. Las máquinas que yo estaba usando estaban justo en el cristal, por lo que se dio cuenta de que yo estaba allí enseguida. Aunque intentaba ignorarlo, sentía sus ojos sobre mí constantemente.
Después de subir y ducharme, me vestí y bajé a desayunar. Nick y Marcus estaban en una mesa y al verme, me llamaron para que me sentara con ellos.
Nos pasamos todo el desayuno hablando y bromeando sobre las pruebas de vestuario y maquillaje que haríamos hoy. Aun así, no me podía quitar de la cabeza la forma en la que Jenna me miraba en el gimnasio. No sabía si era porque no le caía bien o por algún otro motivo.
Decidí que le preguntaría a Emma, ya que ella y Jenna eran amigas desde hacía tiempo y seguramente sabría algo.
Esperando al autobús, intenté buscar el momento para hablar con ella, pero resultó imposible ya que estábamos todos juntos y no quería que el resto de la gente se enterara.
En el bus, todos nos sentamos por la parte del fondo, yo junto a Marcus. Era un chico realmente simpático, y me sentía muy a gusto con él. Hablamos de nuestras vidas y nos dimos cuenta de que teníamos muchas cosas en común. Ambos acordamos que iríamos a esquiar juntos a la montaña en cuanto pudiéramos, ya que era algo que nos gustaba a los dos.
Cuando llegamos, nos fuimos cada uno a nuestros tráilers, ya que allí nos esperaba el equipo de maquillaje y peluquería.
Aproveché ese rato mientras me maquillaban para hablar con Nat por teléfono.
—Entonces que, ¿alguna chica guapa?— me preguntó cuando no llevábamos ni un minuto de conversación. Me la imaginé levantando y bajando las cejas rápidamente, lo que me hizo rodar los ojos.
—Que pesada eres Nat.—respondí fingiendo que estaba molesta.
—Te conozco y esa respuesta significa que sí.
Como odio que tenga razón.
—Vale a ver...—comencé diciendo, pero no me dejó terminar la frase.
—¡Cuéntame todo!
—Que si, voy. No seas impaciente.— había estado tranquila hasta entonces, pero de repente, me sentí nerviosa y sin saber muy bien que decir. Nunca me había gustado hablar de estos temas. —Hay una chica que no se si conocerás. Se llama Jenna Ortega.
—¿¡Perdona, como no voy a conocer a Jenna Ortega!? Es una de las chicas más guapas de todo Hollywood.—exclamó indignada.
—Pues yo no sabía quién era.— repuse.
—Madre mía Alex, no se como puedes ser famosa y no conocerla a ella.
Rodé los ojos y continué hablando —Bueno pues eso, que es guapísima, pero no se que le pasa conmigo. Todas las veces que he intentado hablar con ella me ignora o está nerviosa, no se. Además, le pillo mirándome bastante y siempre esta seria cuando está alrededor mío.— explico.
—Sí que es bastante raro.— dijo Nat —No tengo ni idea Alex, igual es que le gustas.
Solté una carcajada muy fuerte y la chica que me estaba peinando me miró asustada por el espejo. Le susurré un perdón y continué mi conversación con Nat.
—Tu flipas. Si le gustara no me miraría con esa cara de asco.
—Quién sabe, las chicas son bastante complicadas. Pero cambiando de tema, ¿algún chico guapo para mí?— preguntó.
ESTÁS LEYENDO
LA SERIE - JENNA ORTEGA
RomanceAlex Jimenez es la actriz del momento. Conocida internacionalmente como una chica seria e inalcanzable. Un día le dan el papel en una nueva serie. Allí conoce a Jenna, otra actriz con la que tendrá que fingir una relación amorosa en pantalla. Pero ¿...