capítulo 7

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Jenna

—Que paz, necesitaba tanto esto.— dije mientras cerraba los ojos, al notar el chorro del jacuzzi en una zona de la espalda que llevaba doliéndome durante semanas.

Emma y yo habíamos decidido venir a pasar el día al spa del hotel. Yo estaba agotada, ya que ayer tuve que estar grabando hasta tarde con Alex y no tenía muchas ganas de pasarme el día en un centro comercial.

—Pues sí, la mejor decisión que podríamos haber tomado.— asintió Emma.

Abrí los ojos y no pude evitar soltar una risita al verla con una mascarilla negra por toda la cara, pegando un sobro a su mimosa con los ojos cerrados.

—Oye, —habló Emma, vacilando durante un segundo —se que me dijiste que Percy y tú no sois nada, pero yo le veo muy ilusionado y me preguntaba si algo había cambiado.— cuestionó de repente. 

—A mi Percy me gusta como amigo, nada más.— respondí, pegándole un trago a mi copa. —Simplemente me sabe mal decirle que no cuando me pide ir a cenar porque se porta muy bien conmigo y le veo como un gran amigo.

Emma asintió y me sonrió ligeramente. —Alex me preguntó por vosotros el otro día. — soltó de repente y casi me atraganté con la bebida. Emma soltó una carcajada al verme.

—¿Enserio?¿Y por qué no me lo dijiste?— pregunté ansiosa.

—Bueno ayer llegaste y yo ya estaba dormida. Solo me preguntó si eran verdad los rumores.

—¿Y qué le dijiste?— cuestioné. 

—Pues que tú me habías dicho que no.— se encogió de hombros y suspiré aliviada.

Lo que me faltaba ahora es que Alex se pensara que estaba saliendo con Percy y no se acercara a mi.

Un par de horas después nos reunimos con el resto del grupo en un pequeño bar del pueblo para comer. 

Percy fue el primero en venir a saludarme con una sonrisa en su rostro. Antes de que me envolviera entre sus brazos pude ver como Alex le miraba con los ojos entornados, y justo cuando se dio cuenta de que yo le estaba mirando apartó la vista e hizo como si nada.

Por suerte, como el pueblo era tan pequeño y estaba tan aislado, podíamos andar tranquilos por la calle sin ser reconocidos, lo que era un gran alivio. 

—¿Que tal en el spa?— preguntó Nick cuando nos sentamos.

—Genial, tenéis que probarlo algún día.— dijo Emma y me miró con una sonrisa.

—Bueno, habría estado bien que nos hubierais invitado.— replicó Percy.

Noté como Alex, que estaba enfrente suya, le miraba con una ceja levantada.

—Era un día de chicas, Percy.— respondió Emma.

El ambiente había cambiado, desde el rabillo del ojo pude ver a Alex mirándome. Giré la cabeza y vi que estaba totalmente seria, con una expresión imposible de descifrar.

—¿Qué tal vosotros por el centro comercial?— pregunté rápidamente, intentando cambiar de tema.

—Mejor de lo que esperábamos la verdad.— dijo Nick —Era casi igual de grande que los de Los Ángeles.

—Solo que era todo lo que vendían era para gente mayor de 40 años.— añadió Marcus y todos rieron.

—Una señora casi secuestra a Alex.— dijo Nick y Emma y yo levantamos la cejas con curiosidad.

Alex sacudió la cabeza mientras reía, poniéndose una mano el la frente.

—¿Qué?—cuestionó Emma.

LA SERIE - JENNA ORTEGADonde viven las historias. Descúbrelo ahora