"El móvil al que llama está apagado, o fuera de cobertura en este momento. Si desea..."
Soul cortó la llamada por millonésima vez aquella tarde y, frustrado, lanzó el teléfono de cualquier manera a la mesa que tenía delante.
Vamos Maka, por favor, no me hagas esto...
Ya le daba igual todo: si Kid lo pillaba ahí hundido, literalmente, en uno de los sillones de la elegante cafetería del hotel en la que se quedarían esa noche, tratando de localizar en vano a Maka; si al final resultaba que respondía y volvía a hacer el ridículo frente a ella por cualquier motivo, pero conseguía pedirle perdón por lo imbécil que había sido por... En fin, por tardar tanto en decirle lo que realmente sentía; si se daba cuenta que era demasiado tarde, y que ninguno de sus esfuerzos valdrían la pena.
Se echó hacia atrás soltando un quejido, mientras revolvía los cabellos blancos con las manos, desesperado.
¿Qué más le podía pasar en aquel jodido día?
¿Qué más podía hacer?
—Veo que te lo estás pasando en grande —Kid había llegado a su lado y ni se enteró. Le sonreía, cansado. Señaló el móvil, luego su bebida sin tocar—. ¿Puedo unirme a la fiesta?
Soul lo miró extrañado, esperando una regañina que nunca llegó. Asintió con la cabeza y Kid tomó asiento frente a él en otro sillón libre. Se mantuvieron en silencio unos segundos hasta que el Shinigami habló:
—Espero que no te importe que me ponga a leer un rato —dijo, sacando un grueso volumen con pinta bastante antigua de pronto bajo la túnica negra, sin sorprender a Soul.
Tanto Kid como Maka leían sin parar esa clase de libros a todas horas. Lo raro era que no lo hubiese hecho antes durante el viaje.
—¿Eso es para Liz? —quiso saber, curioseando un estuche cerrado de terciopelo negro que había sobre la mesa.
Soul asintió. Kid se llevó una mano a la frente, en señal de desaprobación.
En menos de un minuto trajeron también a Kid una taza de café a la mesa y éste le dio un buen sorbo. Después, miró a Soul por el rabillo del ojo tras colocar la taza perfectamente alineada con las vetas de madera verticales.
—¿Te encuentras bien? —se preocupó.
Y la verdad es que no.
No se encontraba bien. Pero prefirió mentir.
—Sí, ¿por qué?
—Primero: has insinuado que tenías planes para hoy antes de venir. Segundo: no has pegado ojo en el avión y tú duermes dónde sea, cuando sea. Tercero: casi no has comido. Cuarto: y ni hablemos del incidente en los archivos del Vaticano hace unas horas cuando...
—Joder. Oye, que sí, estaba en las nubes. No lo pude controlar y rasgué el libro un poquito.
—Soul, archivos del Vaticano. ¡El Vaticano, por el amor de...!
Kid había elevado tanto la voz sin quererlo también que todo el sitio les observaba. El Shinigami aguantó como pudo la compostura, poniéndose derecho en el sillón, volviendo a enumerar la lista de rarezas del día que encontraba en Soul tras un largo suspiro.
—Cinco: jamás debes nada que no sea café últimamente, y ahora bebes.
—Té con hielo y limón —se apresuró a decir—. Si hubiese estado aquí, habría pedido chai para cabrearle. No para de repetir que son la misma puñetera cosa. Así que tengo éste porque me recuerda a...
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Almas Gemelas [Especial San Valentín 2023]
Фанфик[Especial San Valentín 2023] * Los personajes de Soul Eater son propiedad del gran Atsushi Ōkubo. * La historia "Almas Gemelas" me pertenece. * Siempre por y para fans. Sin ánimo de lucro. * El Fanart no es de mi propiedad. Los créditos a su autor...