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Intimidad.

Haruno se encontraba trabajando como normalmente lo hacía, hasta que una mujer irrumpió a la oficina.

Se trataba de Fikui Kumi, una mujer de una belleza que hacía honor a su nombre. Ojos color ámbar, pelo negro como la noche y una silueta envidiable. Era la actual secretaria personal del pelirosa. El médico no reaccionó y simplemente siguió revisando unos informes, la hembra arregló su cabello y se fue acercando poco a poco al escritorio de este, sus mejillas se iban colorando a cada paso que daba hasta que se detuvo en frente de dicho escritorio y solo apreció al médico en silencio hasta que el se diera cuenta de su presencia.

El ya sabía de su presencia pero solo esperaba a que su enfermera hablara y diera la razón de su llegada, cosa que parecía que no iba a suceder. Levantó la mirada y notó como ella tenía la mirada fija en el, una mirada que lo hizo incomodar un poco.

-Ehh~ Buenas noches Kumi-San, ¿Sucede algo?- Habló dejando sus papeles.

-Oh~ Buenas noches Sakutaro-Kun, perdón si lo sorprendí con mi llegada- Responde con un tono algo coqueto.

-No... No te preocupes. Eres mi secretaria después de todo- Explica haciendo que la hembra se sonroje -Entonces ¿Me dirás qué necesitas?- Preguntó con una leve sonrisa algo incómoda al darse cuenta que la conversación no iba a ningún lado.

-Ah~ si, cierto. Tsuna-Sama quiere verlo-.

-¿No dijo por qué?-.

-No, solo me pidió que usted vaya a su oficina y que era importante-.

Sakutaro se sorprendió un poco, ¿Qué podría ser tan importante para que el tenga que saberlo en persona? -... Ok, ahora voy-.

El médico salió de su oficina acompañado de su secretaria, al entrar a la oficina de su maestro notó que tanto el como su mano derecha Shozune ya lo estaban esperando.

-Buenas noches Tsuna-Sama, Shozune-San-.

-Buenas noches Sakutaro-San, te estábamos esperando- Expresó el pelinegro con una sonrisa.

El hombre de ojos miel miró a la mujer que acompañaba y solo dijo -Kumi, también estamos esperando al doctor Inai, ¿Podrías salir, esperarlo y avisarme cuando ya llegue por favor?-.

La pelinegra solo asintió -Si, Tsuna-Sama- Salió cerrando la puerta.

Esto dejó más en dudas al oji-jade que solo veía a ambos adultos con confusión -Ok... ¿Qué es lo que sucede? ¿Por qué tanto misterio?-.

Tsuna solo se recargó en su silla y lo vio a los ojos directamente -Sakutaro, tu más que nadie sabes que en casi toda mi vida la eh dedicado en cuerpo y alma a este trabajo; que el puesto que tengo actualmente se debe a mi arduo esfuerzo y perseverancia-.

El médico solo asentía con sinceridad.

-... Pero como todo en la vida, uno se cansa. El cuerpo se desgasta poco a poco hasta el punto en el uno se da cuenta que es momento de parar...-.

-... Lo entiendo pero... ¿A dónde quiere llegar con todo esto?-.

El rubio sonrió -Este mes fue algo pesado para mi ya que debía pensar muy bien en una decisión importante que debía tomar... Este agosto cumplo mis 60 años y... siento que es el momento de un descanso-.

-...¿Descanso?-.

-... Voy a jubilarme, Taro-.

-¡¿Q-qué?!- Exclamó completamente sorprendido.

Ambos adultos se rieron por la reacción del pelirosa -mhmh~ Si, Taro. De hecho ambos lo haremos- Expresó mirando al pelinegro.

-¿Tu también lo harás Shozune-San?- Preguntó con algo de pesar.

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⏰ Última actualización: Aug 18 ⏰

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