374 26 2
                                    

ㅡTaro-Kun... ¿Por qué no quieres tocarme... o verme? ¿Es que no te paresco atractiva?ㅡ.

"¡¡¿POR QUÉ DEMONIOS PREGUNTA ALGO ASÍ DE LA NADA?!!"

ㅡN-Naruko, por favor no sigas. Esto es estúpido!ㅡ chilló sujetando las muñecas de la hembra mientras apretaba los párpados de sus ojos para no ver esa escena que en su mente le parecía una obscenidad por el simple hecho de ver a su mejor amiga de otro modo que no sea ese.

ㅡ¿Por qué?... uh! Taro-Kun, tu cara está roja ¿Te encuentras bien?ㅡ Preocupada escapó del agarre de ambas manos del médico y acarició las mejillas de este, sintiendo que estas estaban algo calientes.

Sakutaro, con sólo sentir el tacto rasposo pero a la vez suave de las manos de Naruko en su rostro hizo que la reacción empeorara y por reflejo apretó aún más sus párpados negándose a verla a los ojos.

ㅡS-Si! Estoy bien! So-solo estoy un poco cansado... qui... quiero ir a comer, no comí nada en toda la tardeㅡ balbuceó con la tembladera en su garganta.

ㅡ¿No quieres que te traiga algo agua?ㅡ.

ㅡ¡Si! ¡Auga-digo abua-AGUA!ㅡ chilló con la cara completamente roja, y con las manos temblorosas y sudorosas.

Naruko dió unas palmaditas en la cabeza del pelirosa y se levantó del regazo para dirigirse a uno de los escritorios en donde había una jarra con agua junto a un vaso de vidrio.

De inmediato Sakutaro se levantó de la silla para relajar sus piernas adormecidas y para que Naruko no vuelva a sentarse encima de el, pues, sentía que su cabeza explotaría en una segunda ronda.

El oji-jade tomó el vaso que le fue ofrecido por la rubia y bebió hasta la última gota, todo lo que había pasado en tan pocos minutos le había secado la garganta.

ㅡ¿Estás seguro que estás bien Taro-Kun?ㅡ Dijo preocupada por la actitud del médico.

ㅡSi si, solo vamos a comer algoㅡ expresó dejando el vaso en donde estaba.

Esto emocionó a la morena ya que la mayoría de las veces era ella la que daba la invitación de ir a comer con el.

ㅡ¡Si'ttebayo!ㅡ tomó la mano del hombre y lo jaló hasta la puerta con impaciencia ㅡ¡Vamos, vamos, vamos!ㅡ.

Sakutaro a duras penas pudo tomar su saco de aquel perchero dijo ㅡAl menos deja ponerme el saco, tonta!ㅡ.

.

.

Al salir del hospital, ambos fueron al puesto de comida de siempre, donde la rubia pedía lo mismo de siempre, ramen, mientras que el pelirosa solo pidió una sopa de miso.

ㅡQue no dijiste que tenías mucha hambre?ㅡ Dijo mientras absorbía un fideo.

ㅡah?... ah! Si, bueno, el frío me quitó el apetito, eso es todoㅡ Soltó dando vueltas a su sopa.

ㅡA veces eres raro Taro-Kunㅡ intenta decirlo con la boca llena.

Al ver por un momento a su amiga y notar que su boca estaba embarrada de comida dijo ㅡ... Y tu te comportas de todo menos en una dama. Solo mira tu forma de comerㅡ Soltó enojado sacando una servilleta que se encontraba en la mesa.

ㅡMi psicología siempre dice que mientras disfrutes no importa si te manchas las manosㅡ Dijo al lamer sus labios.

ㅡEn primer lugar, se dice filosofía y en segundo lugar, ¿no te has puesto a pensar en que es lo que dirían los demás?ㅡ expresó sosteniendo la mejilla de la hembra y limpiando el desastre de su rostro con aquel pañuelo.

Los 3 PasosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora