Una Dulce Confesión y El Inicio de un Viaje

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Luego de haber correteado a esos dos tontos por dos minutos logró alcanzarlos y darles unos buenos zapes en la nuca, pero ellos no parecían haberlo tomado muy en serio porque continuaron riendose en su cara. Retomaron el camino al dragón de Foolish, mientras les reclamaba por sus boberias e intentaba que dejaran de molestarlo con sus voces chillonas diciendo "Oh Foolish, my love~" seguido de ruiditos de besos.

Joder, que realmente quería  enterrarlos bajo tierra a ambos.

Al pasar unos minutos más sus risas parecían disminuir finalmente, ahora con la pareja disculpandose con pequeñas risillas de por medio, logrando apasiguar el bochorno interno que tenía Vegetta. Una vez calmados notaron que ya habían llegado al destino del ojimorado, el cual se tensó un poco por los nervios, empezando a sentir como sus manos sudaban, sus mejillas se tintaban de un suave rosáceo y su corazón martilleaba a una velocidad vertiginosa. Se quedó plantado en su lugar por un largo minuto, con su mente prácticamente en blanco, sin saber como seguir con su "plan", ni siquiera había uno realmente.

Sus amigos volvieron a notarlo, no es como si estuviera trarando de ocultar el como se sentía, no tenía caso siquiera intentarlo, despúes de todo ellos estaban muy bien informados de su situación.

-... No sé si es correcto que yo lo diga, pero realmente creo que Foolish está enamorado de ti, tanto como tú lo estás de él. -comentó el más joven desde atrás del pelinegro, apoyando su mano derecha en uno de sus hombros en señal de apoyo.- Pasé muchos años conociendolo, y me atrevo a decir que jamás lo vi brillar tanto como lo hace contigo... y por el tiempo que llevo conociendote, creo que puedo decir lo mismo de ti. -su voz era inusualmente tranquila, pero muy agradable y reconfortante a la vez.- ...yo si creo que su encuentro estaba escrito en las estrellas, que estaban destinados a encontrarse... ¿Sabes por qué? Porque no te fuerzas a sonreir. -el más bajo sintió el brazo de su esposo rodear su cintura con cariño. Sonrío, sabiendo que estaba diciendo lo correcto.

Vegetta se quedó unos momentos pensando en la veracidad de sus palabras, sintiendo un cálido cosquilleo en su estómago.

-Permítete ser feliz. Lo mereces también. -Ésta vez fue Luzu quién habló.- Pero si te llega a lastimar, cosa que dudo, que sepas que seremos los primeros en torturarlo. -Finalizó con un tono divertido, pero con toda la sinceridad que podía. Ante esto el más alto soltó una risa casta, mirando por detrás de su hombro a sus amigos, dedicandoles una sonrisa de genuino agradecimiento por sus palabras, por su apoyo... por ser sus amigos y estar ahí para él.

Se despidieron rápidamente, con el dúo retomando camino hacía su hogar y él yendo hacía adentro de la casi terminada torre en el centro del enorme dragón. A pesar de estar más tranquilo las sensaciones de nerviosismo y antisipación no desaparecían, pero trató de ignorarlas lo mejor que podía, mejor centró su atención en encontrar al chico que le movía el mundo.

... Con Foolish...

-"Apa, ¿Estás seguro de qué estás bien? Tu cara sigue algo roja..." -preguntó curiosa y algo preocupada la pequeña, quién acababa de despertar.

-I'm really fine, Leo... don't worry about me...(Estoy realmente bien, Leo... no te preocupes por mi) -contestó con timidez, mirando distraídamente el cuadro que su pequeña tenía de ellos juntos, un lindo sonrojo y una sonrísa boba decoraban su rostro.- It's just the heat... (es solo el calor...)

La pequeña iba a reclamar, pues no le creía, pero fue interrumpida por la repentina llegada de su otro papá.

-Oh, You here (tú aquí*), I'm buscandote Foolish. -Comentó, notando luego de un momento que su hija ya había despertado, entonces se apresuro en saludarla.- ¡Leonnarda, mi niña! Ya has despertado. -la tomó en brazos y le besó la mejilla.- Buenos días, y para tí también... -murmuró para el hombre más alto, antes de acercarse y dejar un dulce, tímido y rápido pico en sus labios.

Vegetta's Boyfrend?! -Fooligetta-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora