WILLIAM VANGEANCE (ROMÁNTICO)

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Ya no había vuelta atrás, no podía deshacer el pasado por más que implorara al cielo una pizca de misericordia. La luna, que se escondía por segundos entre las nubes cargadas de agua listas para transformarse en lágrimas, presentaba un aura a su al rededor más resplandeciente que cualquier otra noche.
Me decía a través de la suave brisa que ya era momento de pensar en mí, por muy dura que sea la realidad, porque debo de poner por encima mis deseos que la de los demás.

Esa misma mañana había tomado el valor para ir a la sede de Amanecer Dorado y citar al capitán, William Vangeance, a la noche para pasarla en una pradera lejana a la ciudad del Reino de Trébol.
Faltaban diez minutos para la hora concordada, sin embargo, ya me encontraba debajo de la Sakura, recostada sobre su tronco, calmando mi angustia con la paz que emanaban las suaves caricias del viento que soplaba cerca del árbol.

Me encontraba concentrada en mis pensamientos más profundos, intentando ordenarlos para depositarlas al ojilila de manera tal que no los pegaran de golpe. Como resultado de mi falta de atención, sin previo aviso, una voz melodiosa hace presencia cerca de mi oído logrando resaltarme y a su vez sonrojarme por el cosquilleo de su aliento en mi oreja.

-Lo siento. Ya te había llamado y como no contestabas decidí acercarme.- Me di la vuelta lentamente para quedar a escasos centímetros de su rostro. Por instinto me levanto y retrocedo para hacer una pequeña reverencia ante su presencia.

-Mil disculpas, Capitán. Estaba tan inmersa en mis pensamientos que no lo noté. Muchas gracias por venir aquí luego de haber tenido un día tan agotador- lo intento mirar a los ojos, pero no logro mantener más de dos segundos debido a que logra intimidarme.

-Deja de lado las formalidades, Judith. Por favor, me gustaría que me trataras con más cercanía, después de todo ya no estamos más en el trabajo.- Su sonrisa iluminaba por completo mi alma que por más que fuera de noche, dentro mío sentía la calidez del resplandor del sol que nacía en mi pecho.

-Está bien, William. Intentaré ser lo más breve posible así podrás ir a descansar. Es algo que he querido decirte desde hace un tiempo pero no encontraba el momento adecuado.- Siento como poco a poco mi corazón se acelera y un nudo se apodera de mi garganta, impidiendo pasar con facilidad mi fluido para humedecer el desierto que se apoderaba de mí.

-Mejor tómate el tiempo que sea necesario, me gustaría oír por completo lo que, con ansias, buscabas el momento indicado para comentármelo. Además, he terminando todo el trabajo que tenia en esta semana, por ende, mañana no haré mucho y podría tomarme el día como descanso.- Se sienta debajo del árbol que antes yo reposaba mi espalda. Imito su acción y me pongo en frente suyo. Estaba a punto de hablar cuando su voz me detiene -¿No te importa si me quito la máscara? El viento que nos brinda esta noche es acogedor.- Asiento con la cabeza y veo como lentamente deja al descubierto su rostro y una vez más confirmo en que es el hombre más guapo que conocí en toda mi vida.

-Antes de empezar me gustaría pedirle que escuchara atentamente a mis palabras y que, al terminar, pueda contestar con total sinceridad a mi pedido.- lo miro expectante y veo como arquea una ceja.

-Cuántas veces he deseado amanecer con la melodía de tu voz susurrando mis oídos para empezar el día con inmensa gratitud y ¿crees que no sería capaz de prestar atención a tu llamado?-

Miré la Luna y parecía sonreírme esta ves. Las nubes, que habían empezado a cubrir todo el cielo, se habían esfumado sin dejar rastros ni lágrimas de lástima. El viento seguía acompañando mi pobre corazón dando pequeños soplidos en mi cara que me alentaba a dar el gran paso que había decidido hacerlo en este mismo instante.

-William, durante estos últimos dos años que he logrado estar un poco más cerca de ti y conocerte, me vi obligada a aceptar aquello que he querido evitar a toda costa, ya que, cada día que pasaba, mientras más evitaba, más crecía hasta el punto de ya no haber retorno.- suelto un pequeño suspiro.

One-Shot (BLACK CLOVER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora