ZENON ZOGRATIS (ROMÁNTICO)

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Había escuchado hace poco que la capital había recibido un ataque por parte de demonios muy poderosos, sin embargo, por suerte de nosotros: "los plebeyos"; nos encontrábamos en las lejanías del lugar céntrico, por ende, no resultamos dañados ante esa batalla. Aún así, por más que hubiera sucedido algo no hubiera sido capaz de comprenderlo por mí misma a no ser que alguien me lo haya dicho.

Tuve la desdicha de haber nacido sin mi sentido visual y, al pasar los años, me he acostumbrado a esta vida y conozco de pies a cabeza todas las aldeas cercanas y su terreno. Me desenvuelvo tan bien y he pulido mi percepción del mana a tal punto que se quienes se encuentran a mi al rededor puesto que conozco a todos los de ciudadanos que habitan en ella.

Aquel día, sabía que aquella presencia...no, no pertenecía a ningún ciudadano que conocía. Esta sensación, este mana...era débil, pero a la vez imponente.

Mi intención era lavar tranquilamente mis ropas en el lago, como cualquier día normal, sin embargo, al llegar a la zona y empezar mi cometido siento como mis dedos tocan algo inusual. Por inercia me alejo asustada de aquello, pero vuelvo a sentir la presencia débil de una persona, estaba en frente mío alejándose, entonces decido dirigirme hasta el agua y meterme en busca de aquello que pudiera ser.

Intentaba tantear con mis brazos y manos buscando aquello que había sentido, empezaba a sentir el frío de aquel día y mucho más por el agua helada que cubría de mi cintura para abajo. Estuve dos minutos buscando y logré hallarlo, era una persona bastante robusta, por ende, lo saque a cuestas para recostarlo sobre un árbol. Lo primero que hago es checar si aún sigue con vida, me doy cuenta que sus pulsaciones son débiles pero tiene posibilidades de seguir vivo, entonces tomo cartas en el asunto e intento limpiar sus heridas a medida que lo despierto para saber lo que le había sucedido.

Decidí rasgar un poco de tela que llevaba puesto y meterlo al lago para empezar a limpiar la sangre, cuando sin previo aviso agarra bruscamente mi muñeca y me aparta, tirándome lejos y chocando con un árbol cercano.

-AUCH!- en mis oídos un pitido se hace presente junto a un dolor punzante en la nuca. Sin embargo, dentro de mí sentía que algo así iba a suceder, puesto que siempre me han dicho que como soy ciega no se distinguir a las personas buenas de las malas.

Me quede un rato recostada sobre el tronco con el cual choque, esperando algún movimiento por si deseaba matarme, pero no fue así. Un profundo silencio se hizo presente y sentía como si me estuviera observando de pies a cabeza. No decido dirigirle la palabra, me paro como puedo y me encamino al lago para seguir lavando mis prendas, sabía que si alguien no deseaba mi presencia simplemente no debía molestarlo, además, ¿de que servía ayudarlo si me rechazó?

Ya había terminado de hacer todo lo que debía, me disponía a irme a mi casa pero suelto un pequeño suspiro e inconscientemente me acerco lentamente a él. Se que no ha parado de mirarme en todo momento, no lo puedo ver pero siento su mirada clavada en mi nuca y no puedo dejarlo así sin más, a su sola suerte, aunque no haría mucho más sólo dejarle la pequeña parte de mi prenda que rasgué para que pueda limpiarse sólo las heridas.

-¿Qué son esas vendas en tus ojos?- su voz sonaba raspada y cansada, pero no dejaba de ser intimidante e imponente.

-¿Uh? ¿Esto de aquí?- señalo mis vendas mientras le brindo una cálida sonrisa para que sepa que soy inofensiva. -No es nada importante, sólo la uso para encubrir mi ceguera y que mis ojos no se infecten con basuritas que se encuentran en el aire.

Una suave brisa golpea mi rostro. Siento uno dedos largos y delgados tomar un extremo de mis vendas y bajármelos dejándolo a la vista mis ojos carentes de color. Acto seguido, luego de hacer aquello, vuelve a colocarme las vendas adecuadamente y alejarse de mí.

One-Shot (BLACK CLOVER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora