15. Prometido

1.1K 221 31
                                    

— No me importa.

— Zhan, hablamos de esto. Solo dame dos meses. Este apartamento no tiene nada para la niña. Es pequeño y apenas caben mis cosas.

— No me importa. Te dije que podría comprarle una cama más pequeña. Si es por el dinero no importa. Si solo necesitas dos meses estaremos bien...  Se que dijimos que iriamos despacio por todas las cosas que han pasado, pero Yibo... — Zhan se sentó en la cama. — Yo quiero mi familia.

— Quieres tu familia.

Yibo se relamió los labios y el pensamiento amargo le golpeó.

— ¿Tú... Amas la idea de la familia?

Zhan soltó una  carcajada frustrada. — ¿Qué estás diciendo?... Si, amo la idea de la familia, pero contigo. Solamente contigo. Yo te amo a ti!

Yibo prácticamente gimió mientras ubicaba su nariz en el cuenco del cuello de Zhan. Los besos con los cuales le acariciaba eran suaves mientras recorría la piel marcado por las leves mordidas que había hecho mientras le penetraba sosteniendole por la espalda.

— Yibo...

— Solo déjame hacer las cosas bien. ¿Si? Tu dijiste que era importante una casa adecuada para Niannian.

— También dije que era un muerto de hambre, pero estaba enojado. Muy enojado... Lo importante es que estemos juntos. Podemos hacerlo. ¿Si?

Zhan metió su mano por debajo de la sábana blanca tratando de persuadirlo. El falo de Yibo esa mañana estaba de nuevo completamente duro. Empujo la sábana a un lado para sentarse a horcajadas.

— ¿Puedes cambiar de opinión?

— ¿Dónde va a dormir NianNian?

Zhan miró de forma brillante como el otro empezaba a doblegarse ante sus deseos mientras sus manos se movían de forma experta conociendo la longitud a la perfección.

— Papá! Papá!  Vamos a jugar!

Yibo se congeló completamente y el gemido que estaba a punto de salir de su garganta se atoro en el.

— ¿A que hora te trajeron?

— Acabo de llegar. — Yu abrió la puerta para que la niña entrara y por razones evidentes no se atrevió a entrar ella misma.

Por suerte el cuerpo semi vestido de Zhan sobre el no dejaba ver nada inapropiado a Niannian.

— ¿Por qué mi papá está tan blanco?

— Estoy... Un poco...

— Enfermo. — Zhan aclaró su garganta cubriendo el cuerpo desnudo de Yibo debajo de él.

— Yu. Jamás has sido tan puntual!

— Estoy mejorando!

— ¿Puedo curarte? — Niannian miró a su papá con curiosidad y toco su frente. — Rápido tía! Mi papá tiene fiebre! Hay que llevarlo al doctor.

— Estaré bien Niannian.

— ¿Déjame ver? Te haré un te y te daré una ducha fría así como cuando me cuida mi papi.

— Niannian. Tu papá solo necesita un break. ¿Puedes ir a la sala a jugar y te seguiré en un momento?

— No puedo jugar cuando mi papá está enfermo. ¿Quién lo va a cuidar?

— Yo lo hare...

Ella estuvo a punto de acercarse.

— Niannian! A la sala! — Zhan levantó levemente la voz como pocas veces lo hacía y la niña se congeló y obedeció sin refutar nada más. No entendía porque ay papi se había enojado con ella, pero su papá le había enseñado que su papi siempre tenía razón y tenía que hacer caso. Así que eso fue lo que hizo.

Ex-pososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora