EXTRA

1.3K 205 35
                                    

— Te dije que no era buena idea que te acompañara a las sesiones de ejercicios.

Zhan no podía escucharlo. Estaba extendido en la cama con sus piernas separadas a cada lado... Totalmente desnudo... Jadeando.

Trataba de entender lo que Yibo le estaba diciendo pero su mente estaba aún en blanco.

Su abdomen hinchado estaba cubierto, no solo de su propia semilla, sino en su mayoría de aquella que Yibo había derramado sobre el.

Su cuerpo se sentía como la gelatina y se mordió el labio inferior sintiendo como su agujero se contraia alrededor de la nada. Debido a que había sido estirado recientemente... Estirado a más no poder. Había atrapado el falo de su esposo y lo había chupado dentro de él. Empujandose hacia su pelvis hasta tragarlo por completo. Sus pezones no lucían menos decentes.

— Yo... — Zhan se sentó aun recuperando el aire en su oxígeno. Yibo camino hacia el, y vio el líquido recorrió la piel de su abdomen hinchado escurriendose. Algunas gotas en sus pezones... Solo habían pasado 5 minutos, pero su falo dio un respingo de nuevo.

— ¿Niannian?

— Mi papá la llevo de paseo otra vez.

Zhan tomó algunas de las servilletas al lado de la cama para limpiarse, era la idea también de Yibo... Pero entre más lo veía más sentía que no podía terminar así.

Tomo las manos de Zhan y las apartó.

— Aún no he terminado contigo.

— ¿Qué quieres decir? Me duele el trasero...

Yibo puso su rodilla en la cama y se inclinó para separar aquellas piernas largas que Zhan había cerrado para el. Pero el castaño no lo dejaría escapar tan fácil.

— Dije que me duele el trasero. Mnngggg....

— No pretendas que no te gusta esto. — Zhan gimió y sus dedos se enredaron en el cabello castaño sudando de nuevo. Sus pezones estaban tan sensibles pero no podía negarse a la manera que Yibo los chupaba con devoción.

— Vamos, Zhan...

— Si... Baobei... Más por favor.  Pero...

— ¿Pero que?

— Seguirás asistiendo a la sesiones conmigo.

— Sólo si después tenemos nuestra propia sesión.

— Sí la niña no está... Mngg.... Yibo... Te sientes también.

— No me llames Yibo...  No cuando estoy a punto de entrar en ti otra vez.

— Amor... Esposo... Baobei. Esta bien. Soy tan adicto a esto. Cuando no estabas ... Ahgg... Me tocaba pensando en ti. Yo no podía... Es delicioso. — Zhan susurraba con voz ronca.

— ¿El día que enviaste el audio?

— También.

— Eres demasiado traviesos. Te seguiré compensando por todo este tiempo...

— Sólo cuida nuestro bebé.

— Por supuesto. —

Así el vaivén de caderas comenzó de nuevo.

Cuando Niannian volvió. Fue Yibo quien la recibió.

— ¿Cómo te fue?

— Bien..me  gusta el abuelo. Es muy divertido. ¿Dónde está mi papá?

Yibo se aclaró la garganta. — Está agotado por lo del bebé. Ya sabes.

Niannian rodó los ojos. — Dijiste que ese bebé no me quitaria mis padres.

En seguida Yibo sintió culpa porque el cansancio de Zhan y su indisposición no tenía nada que ver con el pequeño. No estaba ayudando a que su hija cambiará de opinión.

— Papi y yo te compensaremos.

— Bien! Iremos a comer helado loa tres.

Yibo hizo un gesto amargo.
— Sabes que a papi le dan náuseas ver helado.

Zhan apareció detrás palmado su espalda. — Estaré bien. ¿Comiste con el abuelo? O debo prepararte algo de comer.

— Sí comí un poco. Pero tu comida siempre me encanta Papi.

— Yo también he trabajado muy duro. Creo que estoy hambriento.

— Eres un descarado. — Zhan rodó los ojos. — No pienso darte de comer. Tu debes alimentarme a mi... Esta vez.

Niannian bajó a ordenar sus muñecas y su coche. Yibo susurro a su espalda haciendo que su piel se erizara. — No puedo creer que todavía tengas ganas de que te alimente. — Zhan hizo un gesto hosco sabiendo que Niannian estaba tan cerca y le empujó.

— Niannian. ¿Quieres lavar lo vegetales?

— Sí papi!

— Y tu! Si quieres comer debes ayudar a picar...

Yibo suspiró. Odiaba la cocina. — Está bien.

Ex-pososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora