身体语言 [ YugKook ]

D O S

Yugyeom y Jungkook se habían conocido por primera vez al principio del segundo año de la universidad, en la cafetería de la escuela.

—¿Por qué no la cortan de una buena vez?

Se escuchó de repente una voz fuerte. Jungkook pensando que no tenía relación con él, continuó bebiendo su té distraídamente. La habitación que una vez estuvo llena de conversaciones y bullicio se quedó instantáneamente en silencio al punto en el que se podían oír las respiraciones.

¿Oigan? ¿Qué demonios está sucediendo?

Había tratado de ignorar calmadamente a todos sus compañeros que estaban sentados frente a él, quienes, como todos los entrometidos, les encantaba entretenerse molestándolo. Pero ahora sus expresiones maliciosas habían desaparecido, en su lugar se encontraban expresiones confusas.

—Oigan, no creo que él lo este disfrutando. No les gustaría que la gente estuviera hablando mierdas en frente de su cara, ¿verdad?

Era la primera vez que alguien lo había defendido.

—Mujeriego. —uno de los que lo estaban molestando le dijo a Jungkook, desafiándolo.

Se preguntaba cuando habían iniciado los rumores. No era por ningún lado "cool" o "hermoso" ni mucho menos un "mujeriego". Era ridículo. Jungkook solo podía responderles con una sonrisa amarga. ¿Qué sabían ellos? Aun así, los rumores habían circulado tan de prisa que habían sido tomados por verdad.

"—Se prostituye.

—Uno de sus clientes le compró una casa.

—Le gustan las mujeres, pero prefiere a los hombres. Tiene un cuerpo de primera.

—Trabajó como un anfitrión y fue el número uno de su bar. Lo he visto recientemente en Moonlight."

No era de Seúl y no conocía a nadie ahí, así que no tenía ningún tipo de reputación o amigos que le ayudaran a luchar contra este sobrecogedor ataque de rumores desagradables. El era simplemente el "nuevo chico" raro del cual todos especulaban, quien era demasiado bonito para ser normal y demasiado callado para ser inocente. Por consiguiente, los rumores se volvieron una verdad y Jungkook se le conoció como la puta que se acostaba con cualquiera, hombre o mujer. Era increíble como cualquiera podría llamarlo una puta sin saber acerca de él o sus relaciones pasadas, pero no haría que su situación se complicara más de lo que ya lo estaba. Era lo suficientemente difícil acostumbrarse a su vida en esta gran ciudad, así que si eso era lo que todo el mundo quería creer, pues que así fuera.