Chanyeol cayó ante toda la oferta de postres, seleccionando tres pasteles y pudines diferentes para probar.
—No le digas a Sunhee —dijo llevando un plato lleno de montones de manzanas, un pastel de carne y una buena ración de tarta de manzana y mora—. Ella me persigue porque mi cintura está engrosando.
Taehyung le sonrió. —Diviértete.
—No te preocupes, lo haré.
Chanyeol se zambulló en su comida, lleno de las noticias del día. Los planes para la boda real estaban en marcha. Habló de que todo el pueblo quería estar en primera línea en las calles para conmemorar el gran día de su joven reina. Jimin se preguntó si Chanyeol sabría que Taehyung estaba trabajando para la reina, pero Taehyung no dijo nada. Mostró interés en los comentarios de Chanyeol, y demasiado pronto, dijo que era hora de volver a casa.
—Tengo un largo día mañana —dijo.
El corazón de Jimin se hundió. Él no quería que el día terminase.
—Yo te llevaré a casa —dijo Taehyung a Jimin, quien asintió con la cabeza.
—¿Te importa si me quedo? —Preguntó Chanyeol—. ¿Me permitirán quedarme?
Por el rabillo del ojo, Jimin se dio cuenta de que los libros de Thackeray habían sido devueltos a su lugar en los estantes y un sirviente corriendo se alejaba con otra brazada de libros que supuso pertenecían a Dickens. Captó la mirada cómplice de Taehyung.
Thackeray entró en la habitación viéndose desaliñado como siempre.
—Hola, Park. ¡Qué bueno verte aquí!
Estrechó la mano de Jimin. Chanyeol se puso en pie y extendió su mano, también. Thackeray la sacudió, una mirada perpleja en su cara que miraba a Chanyeol.
—Mi querido amigo —dijo, moviendo su mano al hombro de Jimin—. He mostrado a todos tus tarjetas de San Valentín. Yo esperaría una gran venta en el día de mañana.
—Gracias —dijo Jimin. Thackeray se fue hacia donde lo esperaban.
Chanyeol se sacudió sobre sus talones.
—Tienes que levantarte temprano y hacer más —dijo Chanyeol.
Jimin asintió. Sería bueno si Chanyeol llegara a la tienda antes de las diez para ayudarlo, pero desde su matrimonio, él parecía preferir quedarse más tiempo en su casa con su esposa. No era que Jimin lo culpase.