Capitulo 5

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Con su tía todo era distinto, ella los quería, a diferencia de su padre.
En cuanto a el fue a cadena perpetua, la vida de Kenai empezaba a tener más alegría, aunque nadie se había dado cuenta de quién fue el culpable del homicidio de aquella joven, culparon al señor Kushner por eso.

Era de mañana, camino hacia la secundaria Kenai vio en la otra vereda a Daniel, el estaba bello como siempre. Se había aburrido de siempre verlo y nunca hablarle, en un arranque de emoción se tiró a la calle en busca de llegar hacia el.

Daniel la miro, esa mirada que tanto le gustaba a el, sus ojos verdes mesclados con la luz del sol, que apenas unas horas antes había salido.
Estaba tan perdido que ni siquiera se dió cuenta cuando su aguda voz se hizo presente.

-Hola- declaró sonriente

Esa sonrisa que podría derretir corazones.

-Hola- contesto con una sonrisa boba asomándose.

-Lindo día, no?- Sus rizos se movían al ritmo del viento.

-Emm s-si- Los nervios le ganaban- supongo- dijo en un susurro casi inaudible.

-Estas bien?

-S-s-si- Respondió otra vez tartamudeando.

Kenai tomo coraje para preguntar a dónde se dirigía el chico, quien respondió a que iba a su casa y si quería ir. El pálido acepto son dudarlo, era su oportunidad.

Al llegar a la casa hablaron durante un rato, y no lo resistió, se declaró pero Daniel no correspondió. Alegó que el no era parte de la comunidad homosexual y que el no le interesaba de esa forma, un dolor intenso se formó en el pecho de Kenai, se sentía despreciado, no sabía lo que estaba pasando... Pero tenía algo muy claro... Si el no lo podía tener nadie lo podrá...

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