Amor De Mafioso IV

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Y allí estaba, siendo preparado para una boda con el peor hombre del mundo, exacto, Akaza, oficial de policía, el mejor de todos, estaba condenado a vivir en un matrimonio no deseado, peor aún, es estar destinado con un narcotraficante que no se droga

—Todo está preparado, avísenle al jefe que su esposo está listo.—El joven notó la mirada de molestia en el pelirosa

—No me llames "su esposo", te golpearía si no tuviera mis manos atadas.—Las cadenas estaban escondidas entre el velo, aunque llevaba un traje de bodas masculino, se encargaron de esconder cualquier señal de secuestro

—Bien.—El Joven se fue al igual que dos mujeres más, Akaza observó su alrededor, tenía que salir de allí, no se quedaría con ese hombre

—¿Como éstas, cariño? Ya casi es hora, ¿no estás feliz? Como me pediste, tú hermano llegó, parece algo atónito pero le conté nuestra historia falsa de todos modos —El pelirosa tenía la cabeza baja, lo que menos quería hacer, era dirigirse a ese ojos arcoíris

El rubio lo notó y se acercó a él, tomando su mentón con delicadeza —¿pasa algo? ¿Estás incómodo con ese traje, cielo?—Douma, al no recibir respuesta, unió sus labios con los del menor, se separó con una sonrisa y continuó —No estés triste, formares una hermosa familia.—Habló antes de irse

Cuánto más pasaban los minutos para cierto pelirosa era la eternidad, estaba frente a ese hombre tomándolo de las manos mientras que un sacerdote decía ridiculeces, entre la multitud que los observaba, estaba su única familia, su hermano, lo miraba con felicidad, él fingía felicidad para su hermano, se siente mejor siendo él quién tenga que vivir con un narco, que Hakuji

—Señor Douma, ¿acepta a Akaza, como esposo para amarlo y respetarlo sobre todas las cosas? —Akaza no lo podía creer, muy pronto él tendría que decir aceptó y tendría que aguantar sus ganas de vomitar

—Aceptó —Douma tenía esa sonrisa contenta fingida, la misma que Akaza

—Joven Akaza, ¿acepta a..? —El sacerdote no pudo terminar

—Aceptó. —Cuánto más rápido hablará, todo se acabaría, solo fingió estar ansioso de felicidad, para disimular su enojó, después de unos segundos, el rubio lo tomó de la cintura y lo besó, un profundo y suave besó, ¡pero que maldición!

Al separarse, Akaza escuchó un murmuro en su oído —Cuando lleguemos a mi departamento, la cama nos espera~ —Eso hizo que su rostro se volviera rojo intenso de cero a cien

La boda continuó como una fiesta de cumpleaños de un niño de cinco, Akaza se reunió con Hakuji tan pronto tuvo oportunidad

—Así que~ Encontraste el amor de tú vida y no me enteré, supongo que mucho cariño con mi novia no me hizo darme cuenta, perdón Akaza —Dijo entre risas, el pelirosa continuó avergonzado

—No te preocupes, fue una sorpresa inesperada.. —Se notaba su incomodidad y algo de molestia

—Oye, que yo sepa, en una boda, hay una noche de miel después

—ay cállate.. No sientes lo que yo —Akaza sintió unos brazos que rodearon su cintura

—¡Supongo que esté es Hakuji, mi cuñado~! —Habló Douma con una sonrisita

—Mucho gustó, Douma, parece que ya me conoces —El hombre sintió curiosidad por ello, Douma parecía un buen tipo

—Oh~ Mi querido esposo habla mucho de ti, ¿no es así, Akaza? —El pelirosa no respondió nada, solo asintió ligeramente con la cabeza, Hakuji notó su extrañada personalidad y se preocupo un poco, hasta que Akaza se volteó y abrazo a Douma, aferrándose a su pecho.. uff, eso disimularía el desagrado de ese momento

—ya veo...

Pasaron algunas horas cuando finalmente la boda terminó, habían llegado a una gran mansión la cuál Akaza ahora llamaría "Hogar", al entrar, el lugar era enorme, muy lujoso, hasta que vio su habitación, sintió como unos brazos rodearon su cintura, apretó los dientes intentando apartarse

—¿Qué tienes con mi cintura?

—Bueno.. eres alguien muy atractivo, mucho más que tu hermano, supongo que fue buena idea traerte aquí. —Douma comenzó a implantar besos en el cuello de Akaza, el pelirosa quedó muy asombrado, sobre todo asqueado, pero recordaba que todo eso era para proteger a Hakuji

Cada segundo que pasaba, sentía que aquel hombre aumentaba su ferocidad con cada acción, hasta que le dio la vuelta y lo pegó a la pared, besando sus labios, casi devorándolos, el cuerpo del pelirosa temblaba, su cuerpo tenía escalofríos y fue peor cuando sintió las manos de Douma pasando por su cuerpo

—P-Por favor... no hagas esto.. haré lo que quieras... pero no lo hagas.. 

—Esto.. es lo que quiero. —Se lanzó sobre él, besando su cuello hasta sus hombros, hasta que vio las lágrimas del hombre, su corazón de repente, le hizo sentir tristeza, ¿qué diablos? nunca sintió nada en su vida

Akaza sintió como Douma se apartó de él lentamente, saliendo de la habitación no sin antes, detenerse en la puerta

—voy a preparar la cena, así que cámbiate. —su tono cambio a ser uno mas serio, el menor no sabía ni que decir, pero solo suspiro y asintió

A la hora de comer, estaba envuelto en sábanas, no quería salir, no quería hacer nada, hasta que escucho golpes en la puerta —Es hora de la cena.. —La voz era de Douma, Akaza simplemente lloraba a mares

—No tengo hambre.. —No se escuchó más hasta las once de la noche, en la que el rubio de ojos arcoíris entro en la habitación, acostándose en la cama junto Akaza pero dándole su espacio

En la mañana, ambos estaban abrazados, pero Douma al despertar, vio las lágrimas de su marido en su rostro, tragó saliva, lentamente, lo acomodo en la cama con cuidado, arropándolo, era raro en él que mostrará bondad alguna y más en su secuestrado


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