Capítulo 1: La Venida de Kaito KimuraDesde la oscuridad de mi habitación, iluminada únicamente por el resplandor del monitor, me entregaba a mis placeres solitarios mientras devoraba películas para adultos. Mi vida se limitaba a esa rutina solitaria y autodestructiva, hasta que un agotamiento abrumador me venció y caí en un profundo letargo.
Cuando recobré la conciencia, me encontré en un lugar completamente desconocido, una especie de sala aislada de la luz. Frente a mí, una mujer de aspecto imponente y vestimenta divina, sentada detrás de un escritorio, me miraba con una mezcla de repulsión y vergüenza en sus ojos. Instintivamente, traté de cubrirme, avergonzado por mi situación. La mujer, con una voz fría y distante, me instó a cubrir mis miserias.
Kaito: (nervioso) "Lo siento, no sé cómo he llegado aquí... ¿dónde estoy?"
Diosa: (con desdén) "Estás en mi presencia, Kaito Kimura. Eres el resultado de un accidente, un error cósmico que mancha mi deber divino."
Intrigado y confundido, pregunté si estaba muerto. La mujer, con una expresión impasible, confirmó mi temor. Se presentó como la Diosa de la Puresa, encargada de reencarnar a aquellos que son puros y de corazón tranquilo. Sin embargo, su disgusto era evidente, ya que mi forma de morir no cumplía con sus estándares de pureza.
Kaito: (sorprendido) "¿Muerto? No puedo creerlo... ¿y qué significa eso de la 'Diosa de la Puresa'? ¿Por qué estoy aquí?"
Diosa: (con sarcasmo) "Oh, Kaito, tu forma de morir es tan... poco convencional. Te diré lo que significo: soy la encargada de reencarnar a aquellos que han llevado una vida pura y casta. Personas como tú no encajan en mi esfera divina."
En un tono sarcástico, consultó una especie de libreta y encontró mi nombre: Kaito Kimura. Describió mi muerte con asco, revelando que había fallecido debido al debilitamiento mientras me complacía a mí mismo. Las palabras se clavaron en mi alma, aumentando mi vergüenza y autoestima destrozada.
Kaito: (con tristeza) "Lo siento... no pensé que esto terminaría así. No tenía idea de que existías... o de que había normas para ser reencarnado. Supongo que no fui lo suficientemente puro."
Queriendo comprender mi destino, planteé la pregunta inevitable: ¿por qué estaba allí? La Diosa, con un aire de superioridad y fastidio, explicó las tres condiciones necesarias para ser reencarnado: tener una vida corta, haber experimentado la miserabilidad y ser virgen. Mi corazón se hundió al darme cuenta de que no cumplía con esa última condición.
Kaito: (con incredulidad) "Espera, ¿dices que tengo que ser virgen? ¿Esa es una condición para ser reencarnado? No entiendo cómo eso puede afectar mi pureza o mi derecho a tener una nueva oportunidad."
Diosa: (con frialdad) "Oh, Kaito, la virginidad es un símbolo de inocencia y pureza en muchos mundos. Pero tú, moriste de una forma tan... asquerosa y deshonrosa. Eso mancha mi reputación como Diosa de la Puresa."
Intenté argumentar, pero la Diosa me interrumpió con desdén. Me aseguró que su deber era ayudar a aquellos que reencarnaba, pero en mi caso, su disgusto hacia mí era evidente. Su sonrisa forzada y falsa revelaba el placer que le causaba mi desgracia. Sin ninguna piedad, me arrojó al cielo, y mientras caía, mi vista se nubló por una estructura que se acercaba rápidamente, antes de que todo se sumiera en la oscuridad.
Kaito: (gritando) "¡Espera! ¡No entiendo por qué me odias tanto! Si tienes el poder de enviarme a otro mundo, ¿no deberías ayudarme en lugar de castigarme?"
Diosa: (con una risa sarcástica) "Mi deber es reencarnar a aquellos que cumplen con mis estándares. Pero tú, Kaito Kimura, no eres digno de mi favor. Así que prepárate para enfrentar las consecuencias de tu falta de pureza."
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Betsu no sekai kara kita kurutta eiyū
Adventure"El Héroe Loco de Otro Mundo" Sinopsis: Tras una inesperada y peculiar muerte, nuestro protagonista, un joven con una vida llena de momentos extraños y frustrantes, se encuentra frente a la Diosa de la Puresa, quien, a pesar de su disgusto por la fo...