O3. Imperdonable

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«El dolor del recuerdo»

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Habían pasado unos seis días desde la última vez que Marinette y Chat Noir, como tal, se habían visto por última vez.

Existieron pequeñas excepciones a esto. Él había visto a Marinette en una salida que habían hecho en compañía de Alya y Nino al cine. Ella vio un par de veces a Chat Noir en los últimos días dado que Hawk Moth akumatizó a unos cuantos civiles.

En sí, se habían visto tanto como Adrien y Marinette, y también como Ladybug y Chat Noir, pero ya no como Marinette y Chat Noir. Ya no más como una pareja.

Había sido bastante difícil convivir de ese modo con el otro estando el recuerdo de la ruptura tan presente al haber ocurrido hace menos de una semana, pero la menos Adrien podía eludir un poco las salidas con su cuarteto de amigos con las responsabilidades que tenía impuestas, pero ¿Cómo Marinette podía eludir tener que pelear contra villanos con ayuda de Chat Noir?

Sí, ella tomó la decisión de terminar la relación y trataba de no fustigarse con eso porque tenía en claro que era lo mejor para ambos, pero nadie con dos dedos de frente querría convivir a la fuerza con su ex pareja si la separación estaba tan reciente. Intentaba dejar su mente en otras cosas cuando no estaba en labores de heroína para no pensar tanto en la situación y así tratar de que los días pasaran al igual que su dolor.

Pero ahí estaba de nuevo, junto al héroe vestido de gato negro, acabando de derrotar a un nuevo villano akumatizado.

—¡Ganamos!—. Exclamaron al unísono mientras chocaban sus puños, como siempre.

—¿Qué ocurrió?—. Preguntó la persona que hasta hace unos momentos era un villano; un señor de no más de 65 años.

—No se preocupe señor, fue akumatizado pero ya todo pasó—. Respondió Chat, quien ayudó al hombre a levantarse del suelo.

Ladybug, por otro lado, abrió su yoyo para sacar de él un Magical Charm con colores y diseño que hacían alusión al disfraz que había adquirido el hombre estando akumatizado.

—No fue mi intención crear tantos problemas—. Se lamentó el hombre, observando en sus manos un reloj de bolsillo, que había sido el objeto en donde estaba su akuma.

Pronto, el Magical Charms también estuvo en las manos del hombre, haciendo que éste mirara a Ladybug, dado que ella había sido quien se lo dejó.

—No se preocupe señor: Este Magical Charm lo ayudará a que ya no vuelva a ser akumatizado—. Habló la azabache.

—Y lo mantendrá a salvo de Hawk Moth—. Completó el rubio.

Y fue allí cuando el hombre cambió su rostro preocupado por uno más calmado.

—Muchas gracias, jóvenes—. Dijo.

—¡Para servir!—. Concluyeron ambos héroes a la par.

El hombre les dedicó una pequeña sonrisa al dúo antes de darse la vuelta e irse.

—Otro akumatizado salvado, mi Lady.

—Me alegra que hayamos podido liberar a ese hombre del poder de Hawk Moth.

Tanto el rubio como la azabache se voltearon a ver al otro y se dedicaron una pequeña sonrisa.

—Hacemos un gran equipo, ¿no?—. Mencionó el ojiverde.

Ante la calidez de las palabras de su contrario, la muchacha sintió una ligera presión sobre su pecho y su sonrisa se quiso venir abajo, pero hizo un esfuerzo en disimular lo más que pudo.

When no one staysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora