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El patriarca De Lourdes podía decir muchas cosas de su hija mayor. Que tuvo su época dorada donde sobresalía en el atletismo, que había sido muy extrovertida y habladora hasta el punto en que llegó a amarrarla a una silla y ponerle cinta en la boca para que dejara de hablar, que había tenido obsesiones momentáneas con temas que no pensarías que a ella le gustaran, y seguro tendría mucho más para decir.
Pero lo que no esperaba en su hija era que se volviera paranoica murmurando cosas como "el idiota está allá", "¿Cuándo se piensa ir el demonio cachondo?", "Jódete incubo. Te apareces mientras duermo y te quito el-" Y hasta ahí dejo de escuchar ya que sabía lo que continuaría. Y decía todo eso mientras observaba hacía afuera detrás de la cortina de la ventana de la sala.
Había llegado hace poco del trabajo, cuando abrió la puerta rápidamente fue arrastrado por su hija, quien cerró la puerta de manera brusca para después volver a su lugar en la ventana.
⸺ Nerea, hija, ¿estás bien? ⸺ Preguntó con cautela y una mirada confundida posada en su rostro.
⸺ ¿Cuál es el número para denunciar a un acosador ⸺ La chica suelta la ventana y se gira para ver a su padre.
El hombre solo se limita a verla extrañado y deja los papeles que tenía en mano para dejarlos en el mueble más cercano y se aproxima a ella.
⸺ ¿Te acosan? ⸺ Arquea una ceja ante la declaración de su hija y ella asiente rápidamente sin dejar de verlo.
⸺ Si, si, justo el idiota de... ¡Maldición! ¡Se volvió a ir! ⸺ La menor tomó su cabeza con molestia y desesperación al ver nuevamente en dirección a la ventana.
El hombre solo tenía una mirada confundida hacía su hija. ¿Hizo mal en quitarle las vitaminas a su pececita?
⸺ ¿Por qué no mejor vas y descansas un poco? Seguro estás así por los exámenes.
⸺ O porque los negros son molestos... ⸺ Murmuró mientras caminaba hacía su habitación a paso rápido, no sin antes gritarle a su padre ⸺¡Si un negro de ojos claros golpea la puerta, no le vayas a abrir!
Y con eso último abandonó el lugar para irse a su dormitorio.
Resultó que a medida que el par llegaba a la casa de la chica, empezaron una agradable conversación, a tal punto en que el chico demostró interés en ella cuando le dijo que practicaba futbol y que su padre era entrenador - en ningún momento mencionó que era entrenador de la Sub 20 -. Y gracias a que el chico había visto donde vivía, solía pasar a molestarla un poco.
Solo lo hacía por diversión, y era más divertido ver como la chica cada vez que abría la puerta se lo encontraba a él y en su rostro aparecía una mueca de molestia e irritación.
Llegó a su habitación y conectó su celular a una pequeña bocina, al momento se empezó a escuchar Pon de Replay de Rihanna, logrando que la chica olvidara su molestia inicial y se relajase automáticamente.
