Bai Fumei in the 70's

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Zhao Lanxiang escuchó las palabras bajas y roncas del hombre, y luego vio que sus orejas se enrojecían ligeramente, y sus mejillas de repente se pusieron rojas.

El corazón es como teñir la miel.

¿Cómo es que hay un hombre tan encantador?

La amabilidad y la sobriedad de Songbai no eran poseídas por el anciano, y sus palmas estaban tan calientes que sudaba de entusiasmo.

Zhao Lanxiang apretó su mano áspera y resopló: "¡Ve por el negocio mañana!"

Songbai tocó la parte posterior de la cabeza y sonrió alegremente sin decir una palabra.

Al día siguiente, Él Songbai se puso ropa nueva.

Sabía que tenía que vestirse mejor en una gran ciudad para cobrar deudas, y que no podía perder con los demás, por lo que trajo las dos ropas nuevas que el sujeto le hizo personalmente.

Él Songbai salió y vio a Zhao Lanxiang ligeramente sorprendido.

Zhao Lanxiang se puso una camisa blanca, el dobladillo ancho estaba casualmente metido en sus pantalones, y los pantalones negros puros envolvieron sus dos piernas delgadas. Su espíritu era fuerte y limpio con un toque de sol.

Ella lo vio y le hizo señas, y caminó a su lado enérgicamente, su cabello oscuro fluía elegantemente.

"Vamos."

Zhao Lanxiang tomó su mano y tomó un automóvil con él.

Pronto, ella lo llevó a un estudio fotográfico.

"No me he tomado una foto con el hermano Bo, entra y echa un vistazo".

Ella se comunicó con el personal del estudio fotográfico y decidió tomar dos fotos. Una versión de una foto de cuerpo completo y una versión de una foto de medio cuerpo.

Aunque las cámaras en esta época están al revés y el visor es limitado, la tecnología y la profesionalidad del fotógrafo son incuestionables.

Se los llevaron a Tengshu en el patio cuando tomaron fotos de todo el cuerpo. Zhao Lanxiang se sentó en una silla y He Songbai se paró detrás de ella, poniendo sus manos sobre sus hombros.

El fotógrafo consideró repetidamente la forma durante mucho tiempo y les pidió que posaran durante mucho tiempo antes de hacer clic en el obturador.

Zhao Lanxiang olió el aroma de la flor de hibisco que casi se estaba muriendo en el árbol, y ella olfateó el suelo. La mirada de la mujer contenía una dulzura inmóvil, como si recordara y recordara, como si pasara el tiempo, el destello de luz del fotógrafo capturó esta escena.

Después de tomar la foto, He Songbai con una túnica desabrochó el botón y suspiró aliviado. El sudor de frijol le impregnaba la frente, y tomar fotos era una especie de tortura para un hombre rudo como él.

Zhao Lanxiang dijo con una sonrisa: "Mañana nos vamos de aquí, ¿puede darnos la película directamente?"

El empleado asintió y selló cuidadosamente la película. Qian Dingwan preguntó: "No dejen que se exponga, y se tomará en vano cuando se exponga".

Zhao Lanxiang sonrió y metió la película en el paquete en la bolsa.

Después de hacer esto "lo correcto", He Songbai se sintió aliviado y quiso llevar a Zhao Lanxiang a jugar.

Zhao Lanxiang sacudió la cabeza, sin estar de acuerdo.

Parecía saber que le faltaba dinero para hacer algo importante, y no estaba dispuesta a gastar su dinero.