Parte III

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Mes 7

Muchas cosas habían sucedido desde el momento que la pareja retomó su intimidad, el decir que fue la última vez que sucedió, es una gran mentira. Tal como Harry prometió, ahora en la habitación de Louis había un nido hecho por las propias manos del alfa, aunque, por supuesto, con ayuda de su precioso novio, y, es allí donde después de su cuarta cita de control, el omega se encontraba descansando mientras Harry hablaba con Gemma en su propia habitación.

En su tercera cita de control, la doctora felicitó a Louis tras notar la mordida que portaba con orgullo en su cuello. Les indicó que su bebé seguía desarrollándose con normalidad y preguntó a Louis como la seguía pasando en su embarazo, y aquí fue donde Louis con felicidad pudo relatar como las náuseas y los vómitos habían desaparecido casi por completo, al igual que se sentía con mas energía que en un inicio y en general, había sido todo mas llevadero, solo siendo molestado por sus raros antojos de media noche, pero fuera de eso, nada realmente agobiante.

Ahora bien, en esta ultima cita de control, Lauren les advirtió de como este era el trimestre más complicado de todos y como ahora debía tener mas cuidado, -aun cuando el ojiazul con burla aseguró que su novio lo ha sobreprotegido desde el tercer mes- que debía evitar grandes esfuerzos, estrés y en general cualquier situación que le genere malestar, a pesar de eso, añadió que podía inscribirse en cursos para embarazados, donde además de preparar a los padres primerizos para cuidar de su bebé, las personas gestantes podían hacer actividad física moderada de acuerdo al tiempo de embarazo, incluso en compañía de su pareja si así lo decidían. Louis, flojo como siempre rápidamente descartó la idea en su cabeza aunque su alfa aseguró que comenzarían a ir.

-Lou.- Un nervioso Harry aparece en su habitación, haciendo al omega desviar la vista de su libro para verlo con el ceño fruncido.

-¿Sucedió algo, bebé?

-¿Puedo pasar?- Señalando el nido, Louis rápidamente le dio un asentimiento ya que nadie podía entrar al nido de un omega sin permiso de este, no importa si fue el mismo alfa quien lo hizo, esto para que el omega no llegue a sentir que es incapaz de cuidar a sus cachorros en su propio espacio si este es invadido.

-Me estas asustando, ¿Qué sucedió?

-Bueno, verás, quizá estaba hablando con Gemma.

-Ajá.

-Y quizá tenemos una pequeña reunión familiar con tu familia y la mía porque a la muy bocona se le escapó decir que somos pareja.

-¿Y el embarazo?

-No sabe, ni ella, ni nadie de nuestras familias.

Un pesado suspiro escapa de los delgados labios del ojiazul, frotando su rostro entre sus manos pensando, y es que sí, ninguno se había tomado el atrevimiento de contarle a su familia por miedo a sus reacciones, aunque, ahora que lo piensan, todo pudo ser más sencillo si sabían si contaban con su familia o no desde un inicio. Sí habían mantenido el contacto por video llamadas y eso, pero si Louis podía omitir los detalles de porqué su rostro se veía más rellenito, no dudaba en hacerlo.

-¿Qué haremos?

-¿Ves que nuestras madres nos dejarán otra opción que no sea ir a la reunión y de paso contarles todo?

-Pues, pasamos de esta cena diciendo que estoy indispuesto, luego, podemos esperar a que duraznito nazca y les decimos que lo encontramos un día yendo a la universidad y no tuvimos el corazón de dejarlo abandonado, y ahora es algo así como nuestro hijo.

El alfa levanta sus cejas con diversión ante la propuesta de su novio e ignorando la seriedad del tema por un momento, decide seguirle el juego.

-¿En serio? ¿Y cómo vas a explicar el parecido a nosotros?

Two hearts, one homeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora