Renaciendo

Capitulo 14

Sky

Abrí los ojos y de pie frente a mi, estaba yo pero no era yo. Era una versión como de los dramas antiguos, un vestido antiguo y hasta un recogido con cositas brillando.

-¿Quien eres?/-¿Quien eres?

Nuestras voces preguntaron al mismo tiempo, cuando di un paso al frente, el también lo hizo, levantamos la mano al mismo tiempo haciendo el mismo gesto.

-Soy Sky...

-Soy Sky...

Su respuesta me dejo frío antes de acercarme nuevamente descubriendo que lo que estaba viendo era mi reflejo en un espejo pero aún así no lo sentia mío...

No sabía cómo explicarlo.

-Yo soy tu... Tu eres yo...

El reflejo hablo de repente haciéndome brincar del susto.

-Somos el principe heredero al trono de una poderosa y orgullosa nación... Seríamos el primer Omega en regir directamente, abriríamos un cambio...

Mi reflejo agachó la mirada haciéndome sentir un halo de tristeza y dolor, lo que me llevo a preguntar bajito.

-¿Y no lo hicimos?

Su mirada conecto con la mía y sentí como si el piso desapareciera bajo mis pies haciéndome caer en un pozo oscuro, cerré los ojos por puro instinto hasta que sentí que mis pies tocaban el suelo.

Abre los ojos... Todo lo que ves era nuestro, nuestra gente, nuestro mundo...

Le hice caso a la voz en mi cabeza y no pude evitar quedar sorprendido, mi cuerpo se movía solo caminando por un camino donde a cada lado estaba una fila de sirvientes inclinándose a mi paso, sobre mi cabeza una sombrilla enorme me tapaba del sol, pero lo más impresionante eran las pequeñas joyas que colgaban de sus adornos.

Subí mi mano y el pequeño resplandor de una pulsera de oro llamo mi atención haciendo que notara la calidad de la tela.

-Mi príncipe... Vamos a la sala del trono.

Nuestro padre el Rey, manejaba todo con sabiduría y nos había criado personalmente cuando nos presentamos como Omega... Quería un cambio y nosotros éramos el cambio...

Llegamos al salón donde estaba quien asumí era mi padre sentado en su trono con lo que parecían ser dos guardias arrodillados frente a el pero dándole la espalda a la entrada.

-Buenas Tardes padre...

Me escuche decir suavemente y de reojo pude notar como uno de los guardias se tenso completamente pero las palabras de mi padre volvieron mi atención a el nuevamente.

-Hijo mío, acércate...

Esas palabras cambiaron nuestro mundo, conocimos algo mucho más importante, conocimos la mitad de nuestra alma, llenamos un vacío que no sabíamos teníamos.

Nuestras miradas se conectaron mientras mi padre le explicaba las reglas de ser mi guardia personal y no pude evitar sentir mi corazón acelerado al ver frente a mi a mi P'Phai quien me miraba con una gran intensidad.