Capítulo 3

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Joey volteó a mirarme y me miró con cariño. Yo sentí su dulce mirada en mí y me tomé un rizo de mi cabello con nervios

_ Otra vez gracias por el osito. Amo los osos de peluche

_ ¿En serio? Jejeje, que bueno que te gustó. Era para ti

_ Eres muy tierno

_ ¿Desde cuándo vives aquí?

_ Desde siempre

_ Es extraño, porque jamás, antes, te había visto

_ Ni yo a ti, bueno, solo en tus videos de música – se rió y sostuvo mi mano con cariño.

_ Estoy tan feliz de haberte encontrado. No sé qué fue lo que hiciste en mí, pero siento que solo quiero estar contigo y ser muy feliz – le sonreí y mis mejillas se enrojecieron.

_... La verdad, yo siento lo mismo, es decir, yo si te conocía de antes, por ser, ya sabes, quien eres y todo eso, pero ahora te estoy viendo de otra manera y me gustas mucho más así – me miró perdidamente y los dos nos detuvimos.

_ Opino lo mismo de ti. Sé que es muy poco tiempo, pero sé que ambos podríamos ser muy felices, los dos juntos – lo miré con destellos.

_ Solo quiero ser feliz, si tú lo eres

_ Ya lo soy, contigo a mi lado lo seré siempre

Nos miramos perdidamente y luego nos sonreímos...

El sol tiraba sus cálidos rayos de sol y los dos sentados en una mesa al aire libre, desayunábamos. Joey con su café cargado y tostadas y yo con mi té y un pedazo de torta de chocolate.

Comí un trozo y él me sonrió.

Un poco de viento corrió, este jugó con mis rizos y él me miró con contemplo.

_ Te ves muy bonita cuando el viento juega con tu cabello – le sonreí con pudor y dicha. Nunca nadie me había dicho algo así.

_ Gracias. Eres muy tierno Joey

_ Jejeje ¿Y cómo está tu desayuno? ¿Todo bien?

_ Está todo rico. Esta torta me tiene con delirio, jejeje

_ Jejeje ¿Así que trabajas en una tienda de osos de peluche?

_ Si. La compré hace unos años, con un dinero que tenía ahorrado y me ha ido muy bien con ella

_ Se te nota que eres muy feliz trabajando en ella. Te gustan demasiado los peluches

_ Es cierto jejeje

_ Eres muy tierna y linda – mi corazón se estremeció de alegría.

_ Mi Joey

Embelesado, volvió a tomar mi mano con cariño.

_ Me encantaría ir a verte a tu tienda, de vez en cuando, si me lo permites

_ Me encantaría

Nos sonreímos ilusionados, cuando de pronto, el cielo se cubrió por completo y comenzaron a caer pequeñas gotas de agua.

Nos pusimos a reír.

_ ¿Se va a colocar a llover?

_ Tal parece jejeje

_ Oh no – exclamó él y yo más me reí y él también volvió a reírse.

El clima cambió y ahora lloviendo, los dos caminábamos por las calles, tomados de la mano. No nos importó que una pequeña lluvia nos empapará, más solo queríamos seguir juntos.

De pronto, la lluvia se intensificó y los dos empapados, nos sonreímos y seguimos caminando; yo aferrada a él, el corazón de Joey se elevó de alegría, de anhelos y suspiró en silencio.

La gente había corrido a sus hogares por la fuerte lluvia y los dos caminando por las calles. Joey me miró y yo abrazada a él, advirtió que yo tenía frío.

_ Hay que volver niña mía

_... Creo que es lo mejor

_ Vamos. Te iré a dejar a tu casa

_ Espera. La lluvia está muy fuerte. Se te complicará mucho luego para volver a tu casa. Quédate conmigo – me sonrió con ternura.

_ Está bien, pero démonos prisa antes que esta lluvia se agrave más

_ Si...

Corrimos abrazados, riéndonos sin parar por las mojadas calles. Estábamos muy felices y plenos.

Puesto de osos de peluches (Joey Tempest)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora