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𝑼𝑵𝑰

Comienza así: sábado por la noche, una película y una manta que cubre las piernas cruzadas de Shu en el sofá.

A su izquierda, Kuro.

A su derecha, Luca.

Shu se sienta allí, un poco demasiado rígido, y trata de actuar con calma mientras la película se reproduce en el televisor.

"¿Has visto esto antes?" Kuro pregunta, recostandose en el sofá. Una mano se acerca y se coloca detrás de Shu; Shu cree que puede sentirlo , el gran peso de ese brazo detrás de él, haciendo que el respaldo del sofá se hunda.
Se enrosca más en la manta, metiendo ambas manos en el espacio entre las rodillas, aferrándose al material suave.

"No", dice, tratando de jugar tranquilo. "Nunca lo he visto. Sin embargo, he oído que es bastante bueno".

"¡Pog!" Luca murmura, revolviéndose en su asiento. "¿Revisaste su calificación?"

Shu trata desesperadamente de ignorar cómo el movimiento de Luca no hace más que hacer que el hombre se presione contra él, el ancho hombro de Luca se apoya contra el suyo. Siempre supo que Luca contaba con un calor corporal similar a una especie de calefactor industrial, pero en este momento hace un calor absurdo, el calor prácticamente irradia del hombre.

"Tiene una calificación de 8 sobre 10", dice Shu. "Los fanáticos lo recomendaron".

Se sientan en silencio durante un rato. Luca es un observador reactivo, se le escapan breves exhalaciones de conmoción cada vez que sucede algo dramático en la pantalla.
Se ríe de los chistes, el pecho le retumba al compás de la risa, y se relaja más en el mueble a medida que avanza la película.

Junto a él, Shu se pone más rígido, la manta está sobre su regazo y sus manos están sobre ella, pero Luca es el tipo de persona a la que le gusta mantener todas sus extremidades cubiertas.

La mano izquierda de Luca descansa sobre el muslo del hombre, lo suficientemente cerca como para que sus nudillos rocen el muslo expuesto de Shu con cada pequeño movimiento que hace Luca.

Shu no  debería haber usado sus pantalones cortos. Pero estaban cómodos, y no era como si supiera que tanto Kuro como Luca lo abordaran así en la noche; ahora, está lleno de arrepentimiento, preocupado de que la mano de Luca se resbale con otra carcajada y caiga sobre la entrepierna de Shu, revolviendo las sensaciones ardientes que se envían hasta su propio miembro.

Es duro estar aquí, atrapado entre dos cálidos cuerpos de sólidos músculos que Shu encuentra, lamentablemente, increíblemente atractivos. Irse podría ser una buena idea, pero los Yaminions realmente le recomendaron esta película, y él prometió decirle sus pensamientos sobre ella durante la transmisión de mañana.
Este es el único momento que tiene para ver esta película, aquí mismo, ahora mismo, y no puede permitirse el lujo de distraerse con la forma en que Luca sigue apoyándose en él.

Shu intenta alejarse, pero Kuro es un muro de calor inmóvil al otro lado. O cae en el regazo de Kuro o se sienta allí, amontonado en un rincón por los movimientos insistentes de Luca.

"Luca", dice después de un rato, incapaz de soportarlo más. "Estás muy cerca".

"¿Eh? ¡Oh, lo estoy!" Luca parpadea, sorprendido de haberse acercado tanto a Shu. "Bueno, concentrémonos en la película".

Y así, se vuelve hacia la pantalla, con los ojos en la película.

Shu está a punto de protestar cuando una mano cae sobre su regazo.

Su columna vertebral se endereza. De repente, Shu es demasiado consciente de todo lo que lo rodea: la respiración uniforme de Luca, el sonido suave de la televisión, la caída de la manta sobre su regazo, la sensación de dedos gruesos descansando en el interior de su muslo, las yemas de los dedos apenas patinando debajo de la apertura de sus pantalones cortos.