lección O5.

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Semanas después, Minho se preguntó cómo se había convertido en esto su vida; de rodillas en un salón de clases casi vacío, con la boca llena por el pene de un estudiante al que se supone debía impartir lecciones particulares

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Semanas después, Minho se preguntó cómo se había convertido en esto su vida; de rodillas en un salón de clases casi vacío, con la boca llena por el pene de un estudiante al que se supone debía impartir lecciones particulares.

Era la cuarta nota perfecta que Seungmin le entregaba, ese día había sido de física, así que Minho amablemente dejó la hoja del examen aprobado sobre la mesa y se dispuso a felicitar a Seungmin por su buen trabajo.

A este punto, dónde ya llevaban más que «sólo unas cuantas» mamadas, Seungmin se había vuelto menos tímido cuando Minho se la chupaba, ahora usaba su mano para hacer que Minho llegara al fondo, su nariz rozando con el escaso vello púbico del chico. También le había dejado de doler la garganta cada vez que terminaban, y Minho solía acompañar a Seungmin hasta la esquina de su casa, ya que él nunca lo dejó seguirlo hasta la puerta de su hogar.

Lo único que no había cambiado era el hecho de que Seungmin, por más que estuviera disfrutando la mamada, jamás permitía a Minho tragarse su corrida. Siempre lo apartaba justo a tiempo para que su semen cayera en el piso, y cuando Minho le preguntó por qué no lo dejaba, el chico solo negó con la cabeza, diciendo algo como "eso está sucio". No es como si a Minho le importara, pero Seungmin parecía muy firme en la decisión de mantener su semen lejos de la boca de Minho, así que no lo abrió a discusión.

A decir verdad, Minho lo lamentaba. Ahora mismo, casi se quejaba al sentir que Seungmin le jaló el cabello para sacar su polla, dejando la lengua de Minho afuera con este gimoteando de decepción cuando vio la rojiza erección botando delicioso pre-semen. Seungmin se masturbó un par de veces antes de soltar un grito pequeño y arquearse, dejando ir toda su carga de líquido blanco sobre el piso. Minho bufó al ver todo el semen desperdiciado, pero se abstuvo de mencionar algo al respecto.

― Salió mucho esta vez, ¿eh? ―comentó sacando el pañuelo que había comenzado a cargar para limpiar a Seungmin y el suelo.

― No digas esas cosas, hyung ―protestó Seungmin, avergonzado.

Minho se habría reído de su actitud si no fuera porque de verdad lamentaba no poder probar cómo sabía Seungmin. A veces le hacía sentirse una puta hambrienta, pero él sólo tenía una lengua ansiosa, ¿de acuerdo?

Ah, eso era otra cosa. Seungmin podría haber empezado a soltarse durante las mamadas, pero después volvía a sonrojarse y desviar la mirada, disculpándose con Minho por haber sido algo brusco.

A Minho le gustaba, Seungmin era lindo y se estaba esforzando en las clases, así que ya no tenía quejas técnicamente, además de... Bueno, su pequeño e ignorado capricho.

― ¿Cree que me irá bien en la exposición de literatura de mañana, hyung? ―cuestionó Seungmin cuando iban caminando en dirección a su calle.

― No veo por qué no. Hoy repasamos y te sabes los versos del libro, no deberías tener problemas.

lecciones y mamadas ✧ knowminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora