"A veces nos centramos más en la serpientes e ignoramos al escorpión quien con su veneno y sigilo puede ser mucho más letal para nosotros".
Donde Helaena y Jace se enamoran en un ambiente de traición y venganza.
Cuando el incidente donde Lucerys Velaryon le quitó el ojo a su hijo Aemond, el Rey Viserys Targaryen supo de inmediato que debía actuar cuanto antes o la guerra se desataría tarde o temprano. Así que sin importarle las objeciones de su esposa y de la Mano del Rey, rompió el compromiso de Aegon y Helaena y dictaminó que su joven hija se casaría con su nieto Jacaerys Velaryon, en un intento desesperado por unir al fin las familias y hacer que en un futuro el fruto se ambos bandos reinara los Siete Reinos.
Así que al cabo de unos años, cuando finalmente ambos tuvieron edad para casarse, Helaena fue enviada a Dragonstone para poder familiarizarse con la familia de su hermana y entablar mayor relación con su prometido. Pero, bajo el manto de niña buena e inocente Helaena Targaryen escondía un dragón que estaba esperando la oportunidad para quemarlo todo y vengar la humillación que sufrió su querido hermano Aemond a mano de sus sobrinos cuando eran niños. Sin embargo, su venganza y los planes de su madre se verían puestos a prueba cada que vez que los ojos y la sonrisa de Jace se atravesara en su camino.
Jacaerys, por su parte, pensó que sería fácil mantener una buena relación con su prometida. Todos hablaban de la dulce y retraída Helaena, un alma pura, un tanto extraña quizás, pero bondadosa. "Solo sé caballeroso y amable" se repetía una y otra vez antes de la llegada de la chica a Dragonstone, y la verdad es que no le costó en absoluto ser así con ella. La chica era más de lo que había esperado. Después de años de no verse por las distancia de sus familias, Helaena se había convertido en una joven agradable y hermosa, la perfección ante los ojos de él. Pero Jace no sabía lo que se escondía bajo ese rostro angelical que tanto le quitaba el sueño durante las noches y al cual no podía dejar de mirar.
A veces nos centramos más en la serpientes e ignoramos al escorpión quien con su veneno y sigilo puede ser mucho más letal para nosotros.
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