Cap4- Recuerdos de una vida pasada

151 20 2
                                    

—Había pasado ya una semana desde que hablé con Hoffman, estaba en mi habitación divagando en mis recuerdos de antes de morir

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Había pasado ya una semana desde que hablé con Hoffman, estaba en mi habitación divagando en mis recuerdos de antes de morir.

—Los recuerdos que tengo de este palacio antes de que toda mi desgracia comenzara, los momentos que pase con reitel como corríamos por los grandes jardines del palacio riendo juntos y como comíamos galletas bajo la sombra del árbol más grande del palacio.

—Cuando nos escabullimos por la oficina de nuestro padre para que no nos encontraran los sirvientes cuando jugábamos a las escondidas con la servidumbre.

—Mis pensamientos fueron interrumpidos por los golpes en la puerta de mi habitación.

—Adelante—

—Esperé a que entrara por la puerta de mi habitación.—Princesa lamentó la interrupción pero la emperatriz solicita que haga acto de presencia en su habitación.

—Estaba sorprendida por lo que había escuchados de la sirvienta, mi madre la emperatriz quería que la visitara lo que nadie sabía es que eso no era un visita para tomar el té y comer postres ella solo decía eso cuando ella tenía que hablar de algún asunto que me involucrara a mi o a reitel con la corona.

—Me quedé callada cuando pensé lo ultimo, mi madre que era fría con migo y reitel y estricta cuando no seguíamos las reglas de la corona.

—Princesa se encuentra bien.—

—Si me encuentro perfectamente bien—Le dije lo más tranquila que pude.-A que hora quiere que valla ha verla.—Pregunte a la sirvienta.—

—Dijo que después de sus clases de música y danza.—Me informó la sirvienta.—Está bien, puedes retirarte.—Al escucharlo hizo una reverencia y salió creando la puerta de mi alcoba.—Solté un suspiro de cansancio.—

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

—Música era lo único que se escuchaba en la gran habitación en la que tomaba mis clases de música.—

—Excelente princesa ha mejorado mucho últimamente, pronto podrá tocarlo sin la partituras.—Dijo la maestra de música.—Le sonreí ampliamente.—

—Todo es gracias a la maestra que me enseña de la mejor manera.—Princesa sabe que es un honor para mi enseñarle a la única princesa del imperio.—Pero bueno como ha mejorado tanto, podemos dar por terminado las clases de hoy su alteza.—Escuchar eso me puso feliz pero también un poco nerviosa ya que la reunión con su madre sería antes de lo predicho.—

—Agradecí a la maestra de música para luego poder retirarme del salón de clases.—

—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
   - The virtue of Angels - LA MADRASTRA DE MERCHENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora