Amanezco a lado de Isabella aún despiertos por el efecto del alcohol mí cabeza da vueltas pero me siento bien al estar a su lado, sin saber cómo llegamos a su hogar lo unicó que puedo notar diferente es su atuendo mientras se pone de rodillas vestida con un látex negro de cuero y yo en la mano sostenía una fusta de cuero tras perder la cordura pongo el largo de la fusta en su cuello, la acercó a mi mientras la jalo del cabello y mueve su cabeza hacia atrás para poder verme.
— Me encanta saber lo masoquista que puedes llegar a ser —Sonríe con excitación y me sorprendo tras como reacciona y corresponde así que le sigo el juego.
—Me pareces deliciosa a diferencia de otras chicas pero... jamás te pedi permiso para que hablarás —la observo fijamente a los ojos mientras aprieto su cabello con fuerza hacia adelante para ponerla en posición de cuatro y darle el primer azote con la fusta.
—¡Ay!, ¡si amo! —Exclama Isabella dando un pequeño quejido por el dolor del azote.
—Tras haberme provocado lograste sacar mi lado oscuro y creo que eso merece un castigo —digo mientras me pongo de pie chocando la fusta con la palma de mi mano y caminando en círculos alrededor de ella.
—Si amo, muero por ser castigada, necesito que me castigue e sido una niña muy mala —responde Isabella pasando su dedo índice por sus labios y después meterla en su boca para chuparla.
— ¡Te pedi que guardarás silencio! —exclamó mientras le doy el segundo azote y ella da otro quejido está vez su grito es más alto.
De bajo de la almohada saco unas cadenas gruesas y brillantes cual amarró entre tubos pegados desde lo más alto del techo, tomo los dos lados de la cadena y amarró a Isabella desde las muñecas mientras ella permanecía quieta lo peor es que aun no recupero la cordura como para preguntar: ¿Dónde estoy? o ¿porqué hago esto?, alzó las cadenas para que Isabella entendiera la señal y se pusiera de pie con las manos hacia arriba.
— ¿Qué es lo que vas a hacerme?—pregunta ella entre quejidos.
Sin decir nada me acerco a ella y paso el frío de la fusta por su intimidad ella tan solo tiembla por los escalofríos que le provoca el frío de la fusta, alzó mi mano hacia su intimidad y la acarició en círculos mientras ella hace su cabeza hacia atras y cierra sus ojos mordiendo su labio inferior por la excitación.
Finalmente meto dos dedos en su intimidad y sin piedad alguna sin empezar con lentitud la masturbo con rapidez mientras se escucha la humedad de su intimidad al momento de meter y sacar mis dedos de forma rápida.
— ¡Mmmm!, aahhh ¡Kai! Ah ¡Kaai! Dios ¡Kaaaaai! —grita y gime de placer al momento de ser másturbada, me excita tanto que diga mi nombre cuando gime.
—Me encanta que digas mi nombre cuando te doy placer y es por eso que te voy a dar un premio te lo ganaste —le digo con pervertidez.
Al pasar unos minutos masturbando su intimidad saco mis dedos húmedos de aquellos fluidos que salían de su intimidad, ella tan solo toma mi mano y mete mis dedos en su boca para saborear sus propios fluidos sin dejar de observarme.
Al terminar saco mis dedos de su boca y me muevo atrás de ella, de pronto escucho un suspiro enorme por parte de ella al momento que abro su trasero y la penetró con fuerza mi miembro entra de una sola completa.
—¡Ay Dios mio! amo aahhh me encanta el regalo que me dio aahhhh no quiero que termine —responde Isabella entre gemidos.
Sigo dando embestidas bruscas haciendo que su cabello se alborote y las cadenas produzcan sonidos lentos, sus senos rebotan da leves pujidos por las duras y bruscas embestidas que le doy hasta que por la excitación aumento más la velocidad y disminuyó la dureza.
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Locura y Placer
RomanceKai Parker, un chico que paso un infierno a lado de su ex, regresa después de cinco largos años desde Nueva York Hasta los Angeles California, la ciudad que lo vio nacer. Al regresar sus amigos deciden ir de fiesta con el, festejando su regreso pero...