En la guerra el escenario está lleno de sangre, muerte y destrucción, aquellos que participan deben de estar preparados para luchar por su nación y encontrarse con los cadáveres que alguna vez fueron sus compañeros. En el Campamento Corazón, los cadetes están entrenados para matar a los unicornios y recuperar el Bosque Encantado para que Dios regresa a la tierra perdida, según la biblia de los ositos.
Un osito de pelaje amarillo miel caminaba hacia la base militar, fue llamado por los altos mandos. No sabía cuál fue el motivo, pero algo dentro de él se sentía ansioso, ¿acaso por fin vieron su esfuerzo y lo ascenderán de puesto? De tan solo imaginarlo se le eriza el pelaje por la emoción.
Llegó a la puerta y tocó, escuchando que podía pasar y abrió la puerta. Adentro de la habitación se encontraba el comandante Fluffy fumando su cigarro de alta calidad, el capitán Hocicos revisando unas hojas en su portapapeles y el coronel Otto estaba de espaldas viendo el campo de entrenamiento en la gran ventana del edificio.
—Cabo Pompón reportándose, señor —dijo el osito de ojos lavanda mientras levanta su brazo hacia su frente en forma de saludo.
—Siéntase cabo, necesito que esté atento a la conversación —exclamó el oso gris, volteando su mirada hacia el oso más pequeño en la habitación y luego a la silla que se encontraba frente al escritorio.
Pompón entendió la señal y tomó asiento en la silla, tratando de no hacer ruido y tener una postura recta. El coronel Otto, junto con los otros superiores, se sentaron en sus perspectivos puestos.
—Cabo Pompón, la razón por la que fue convocado es para que cumpla una misión de suma importancia —El coronel Otto aclaró su garganta—. Como sabrá, la misión de Pájaro Perdido fue un rotundo fracaso y perdimos a muchos hombres con excelentes habilidades.
—Esto significa una gran pérdida para el ejército —dijo el capitán Hocicos mostrando los papeles que eran los documentos de las estadísticas de los reclutas—. Cada día hay menos solicitudes para entrar al ejército por temor al entrar al Bosque Mágico y no salir con vida, si esto sigue así no habla más ositos en el campamento y perderemos la guerra.
—Y por eso necesitamos a alguien que sea una figura heroica para que motive a los ositos a seguir peleando —dijo el comandante Fluffy, inhalando el tabaco de su cigarro y de su boca salió el humo gris.
La respiración de Pompón se corta, sus manos comienzan a sudar y agarra el pantalón de su uniforme con gran fuerza. Por fin estaba pasando, le darán el puesto de sargento o, mejor aún, el puesto de teniente. Tantos años de entrenamiento y de trabajo por fin dieron frutos y podrá cumplir su sueño. Antes de que diera una respuesta afirmativa vio que el oso café con lentes sacó de su portapapeles una foto y la dejo en medio del escritorio. En la foto estaba un osito de color azul cielo vestido de cadete, sus ojos eran de un azul aguamarina y reflejaba indiferencia a pesar de tener una mirada neutra en el rostro.
—Él es el cadete Azulin, fue miembro de la compañía Pájaro Perdido y el único sobreviviente, se encuentra en el hospital recuperándose de sus heridas. Creo que lo recuerdas muy bien cabo porque tu grupo lo encontró en las fronteras del bosque —dijo Hocicos.
—Por supuesto que me acuerdo de él, capitán, pero no entiendo que tiene que ver el cadete con todo el asunto —respondió Pompón sin comprender bien el rumbo de la plática.
—Mira, niño, este osito es el indicado para la figura de héroe de la historia. Si vendemos la historia que mato a varios unicornios y sobrevivió en el bosque al Poblado Osito muchos querrán participar en la guerra y tendremos grandes ganancias —exclamó Fluffy con molestia.
—Y es por eso necesitamos que tú te encargues de enseñarle todo lo necesario y cumplas con todas sus necesidades para que sea fácil de manejarlo y no intente ser rebelde —dijo el oso gris, mirando al cabo con frialdad y esperando una respuesta.
En ese momento Pompón sintió que le arrojaron un balde de agua fría encima de él y todas sus expectativas las rompieron como papel enfrente de él, escuchando la risa burlona por parte del destino por haberse ilusionado de una realidad que jamás pasará. Dio una gran respiración para poder controlar su creciente furia y no hacer una escena enfrente de las figuras más importantes del campamento.
—Señor, ¿y si deseo rechazar la propuesta, ¿qué hará?
El lugar quedo en un silencio sepulcral cuando salió esa pregunta, Fluffy casi deja caer el cigarro por la sorpresa y Hocicos volteaba entre el cabo y el coronel, temiendo que hubiese un enfrentamiento en el cuarto. Tanto Otto como Pompón se lanzaban una mirada fría dando el comienzo a una batalla de miradas, se sentía que había pasado horas que realmente pasaron unos minutos. El coronel Otto dio una señal a los otros mandos para que salieran y ambos, sin dudar, salieron rápido del sitio y cerraron la puerta sin general ruido.
El coronel Otto se levantó de la silla y cruzo sus brazos detrás de él, dando la imagen de superioridad al osito amarillo.
—Cabo Pompón, no se da cuenta del gran daño que va a provocar si rechaza la solicitud. Perderemos grandes apoyos por parte del pueblo y las muertes de los soldados serán en vano —proclamó Otto—. Si jugamos bien nuestras cartas, el ejército tendrá una mayor fuerza y podemos recuperar las tierras perdidas que nos fueron arrebatadas. O, ¿es acaso que estas en contra de la sagrada biblia?
Pompón se mordió el labio con fuerza, odiaba que Otto utilice las sagradas escrituras como forma de chantaje y lo cuestione de sus creencias. No es la primera vez que hace ese truco y no dejaría que se saliera con la suya.
—Señor, con todo respeto, este plan puede ser un rotundo fracaso debido a que el cadete Azulin no tiene un buen historial en el ejército —dijo Pompón—. Además, no sabemos qué tan dañada está su mente después de ir al Bosque Encantado y ver a sus compañeros morir. Es mejor darle a alguien que lleva más experiencia a un soldado que solo lleva un mes de entrenamiento.
—Y considera que ese alguien debe de ser usted, ¿verdad? —lo increpó el coronel Otto. Al ver que su suposición era correcta, decidió seguir hablando—. Parece que no estamos llegando a nada así que le daré mi solución, ¿qué le parece si hacemos un trato?
Pompón le dio una mirada de duda.
—¿Qué clase de trato? —cuestiono Pompón y cruzó sus brazos.
—El trato es sencillo —se volvió a sentar el coronel—. Si cumples con todas las órdenes de Azulin y no recibo ninguna queja de tu comportamiento, te elevó de puesto a capitán.
Los ojos de Pompón se abren por completo por la sorpresa y vuelven de nuevo a un ceño fruncido.
—¿Y cómo sé si no es una farsa? —cuestionó el cabo.
—¿En serio está dudando de mi palabra? Si fuese un mentiroso no tendría el cargo de coronel —habló Otto, su mano se apoyó en el pecho, reflejando que le lastimo la pregunta.
Pompón miró al suelo, los engranajes de su mente no dejaban de moverse y miles de escenarios se proyectan acerca de todas las opciones que tiene. Esta podría ser su única oportunidad de triunfar, pero a la vez su perdición si el plan falla y no pueda salir de la tormenta que se creará.
Dio un gran suspiro y levantó su mirada hacia el coronel. Ya tomó su decisión y no había vuelta atrás.
—Acepto.
Los labios del coronel formaron una sonrisa satisfactoria.
—Me alegra que estemos en la misma página. Mañana iré a visitar al cadete Azulin junto con el comandante Fluffy y el capitán Hocicos y le daré la noticia —dice Otto y se levanta de su silla—. Quiero que prepare la cabaña y tenga los preparativos de su llegada. Ahora puede retirarse, cabo Pompón.
El de ojos lavanda abandona el asiento y se dirige a la salida, se despide del coronel y sale de la habitación.
—Y, por cierto, no me decepcione —proclamó el oso gris antes de cerrar la puerta enfrente del oso amarillo.
Pompón caminó rápido hacia el campo de entrenamiento, queriendo olvidar lo que había pasado en el cuartel general. Sentía que había hecho un pacto con el mismo diablo a cambio de su alma.
Aun así, ya no podía huir de sus acciones. Después de todo no tenía nada que perder.
—Dios, te ruego misericordia ante mi estupidez —pensó Pompón, mirando al cielo lleno de nubes y el viento soplando detrás de él.
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¡A sus ordenes!
FanficPompón tiene una importante misión: seguir todos los caprichos del teniente al pie de la letra y tener un buen desempeño. ¿El problema? Que el teniente no era nada menos que Azulin, el cadete más problemático de todo el campamento. No obstante, eso...